Este artículo se publicó hace 15 años.
"Milk" no gana el Oscar, pero incita al activismo
"Mi nombre es Harvey Milk" perdió la lucha por el Oscar a la mejor película el domingo, pero un día más tarde los activistas afirman que ha logrado un lugar permanente en la guerra cultural estadounidense al dar fuerza a muchos jóvenes homosexuales para hacer oír su voz.
La película, que cuenta la vida política del activista gay Harvey Milk, que fue asesinado, ganó dos Oscar, el de mejor actor para Sean Penn, que se metió en el papel de Milk, y el de mejor guión original para Dustin Lance Black, un homosexual que creció en una comunidad mormona en Texas.
Perdió el galardón a la mejor película frente a la historia romántica de un pobre que se hace rico en un concurso, "Slumdog Millionaire", y hay un dicho en Hollywood sobre que poca gente recuerda a otros ganadores que no sean los de mejor película.
Aún así, los miembros de la comunidad gay afirman que la cinta ha sido un tónico que ha renovado el sentimiento activista entre los jóvenes gays y lesbianas, algo que esperan que permanezca en el futuro.
"De todas las películas de los Oscar, la única que perdurará será 'Mi nombre es Harvey Milk'", dijo Geoff Kors, director de Equality California. "Es una película que se verá en las escuelas y en centros de LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) alrededor del mundo", añadió.
Además, las luchas políticas sobre el matrimonio homosexual en Estados Unidos y en las elecciones de 2008 también han aumentado la conciencia sobre el activismo político entre los jóvenes gays.
Más allá de cuestiones cotidianas, "Mi nombre es Harvey Milk" sirve de recordatorio de que los hombres y mujeres gays tienen una larga historia de pioneros políticos a los que admirar por haber luchado abiertamente por el cambio social.
El filme ha vuelto a abrir "un período en la lucha por los derechos de los gays para la gente más joven que no ha conocido ese período", explicó Phil Curtis, director de asuntos de gobierno en AIDS Project de Los Ángeles.
Los productores de "Mi nombre es Harvey Milk", Bruce Cohen y Dan Jinks, explicaron a Reuters en una entrevista reciente que su objetivo al hacer la película no trataba tanto de hacer dinero en taquilla como de contar la historia de la vida de Milk a las generaciones posteriores a su asesinato en 1978.
"La mejor parte ha sido llevar la película a una audiencia más amplia", explicó Jinks.
Hasta ahora, la película ha hecho más de 35 millones de dólares en taquilla (unos 27 millones de euros), lejos de lo que recaudó el romance gay y candidata a los Oscar "Brokeback Mountain" en 2005. Pero es más del doble que los 15 millones que generó la historia de cambio de sexo "Transamérica" el mismo año.
El tiempo que perdurará el impacto de la cinta no lo sabe nadie, pero Shane Windmeyer, consejero delegado de Campus Pride, piensa que podría durar bastante tiempo. Lo ve como "un recordatorio de una llamada a la acción " que "también está llegando a algunos de nuestros adultos jóvenes".
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