Este artículo se publicó hace 15 años.
Michelle Obama convierte parte del jardín de la Casa Blanca en una huerta
En parte para aportar verduras orgánicas a la familia presidencial y en parte para educar sobre la importancia de una buena nutrición, la Casa Blanca ha transformado parte de sus jardines en una huerta urbana.
La primera dama, Michelle Obama, participó el viernes en una ceremonia para excavar el huerto junto con 26 alumnos de quinto grado de una escuela primaria en Washington.
La huerta, que será visible para los viandantes desde la calle, producirá un total de 55 variedades de frutas y verduras, entre otras lechuga, guisantes y cebollas, pero no remolacha, una planta por la que el presidente, Barack Obama, no siente ninguna simpatía.
También se cultivará rúcula, una verdura para ensalada que a Obama le gusta mucho y cuyo consumo, más extendido entre las clases altas en Estados Unidos, le valió acusaciones de elitismo durante la campaña electoral.
En un mediodía soleado pero fresco, Michelle Obama se reunió con los estudiantes junto a unas mesas de picnic cargadas de cestas de manzanas, galletas con forma de pala de jardinería y termos con zumo.
Ataviada con un blusón y leggings negros, y unas botas planas, la primera dama explicó a los niños que con la huerta se quiere asegurar de que su familia, y la gente que acude a visitarla a la Casa Blanca, tenga acceso a verduras y frutas frescas de verdad.
Sus hijas, Malia, de diez años, y Sasha, de siete, "prefieren las verduras si saben bien... especialmente si participan en plantarlas y en recolectarlas", agregó.
Por espacio de unos quince minutos, los niños y la primera dama se dedicaron a retirar la hierba y empezar a preparar la tierra para la siembra, algo que tendrá lugar en un par de semanas, según explicó la primera dama.
La primera cosecha se espera para abril en la huerta, de unos cien metros cuadrados.
Se trata de la primera ocasión en que se plantan verduras y frutas en la Casa Blanca desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, cuando la entonces primera dama, Eleanor Roosevelt, plantó un huerto para dar ejemplo a la población y contar con hortalizas frescas en momentos en que no era tan fácil conseguirlas.
Las variedades que se plantarán en el huerto, y que cambiarán según la temporada, responden a una lista elaborada por los cocineros de la Casa Blanca.
Además de las lechugas, pepinos, espinacas o brécol, el recinto contará también con dos colmenas de abejas para producir miel y que estarán a cargo de uno de los cocineros de la Casa Blanca, apicultor aficionado.
Lo que se cultive se servirá a la familia presidencial y en las cenas oficiales que se organicen.
El excedente se donará a un centro de reparto de alimentos para indigentes, "Miriam's Kitchen", cerca de la residencia presidencial.
Tras la victoria de Obama en las elecciones presidenciales, grupos ecologistas y en favor de una alimentación sana habían lanzado llamamientos a la Casa Blanca para que dedicara parte de sus jardines al cultivo de verduras.
El "chef" ayudante en las cocinas de la Casa Blanca, Sam Kaas, dijo que "el mensaje es que la nutrición es realmente importante ante la crisis sanitaria que vivimos. La comida que se cultiva cerca de donde uno reside es más rica y es más nutritiva".
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