El Metro de Madrid dice adiós a sus taquilleros después de 98 años. Desde mañana, sábado, los billetes del suburbano madrileño se expenderán sólo a través de máquinas, aunque los usuarios podrán recurrir a los supervisores comerciales, nuevo título de los empleados que asistirán a los viajeros.

Del cambio, el Gobierno regional destaca que ahora la atención no se producirá "a través de un cristal", lo que hará más sencillo la información sobre trayectos o dudas.

Espera además mayor agilidad a la hora de controlar el estado de las instalaciones y avisar de las incidencias de mantenimiento.

El Ejecutivo autonómico quiere asimismo reconocer el "encomiable trabajo" de una figura que ha acompañado al metropolitano durante sus casi cien años de historia.

"Es de justicia", ha señalado hoy el consejero de Transportes Pedro Rollán, que ha anunciado además un concurso de ideas para recordar a estos profesionales en algún lugar "emblemático" de la red.

En un acto celebrado en la estación de Avenida de América, el consejero ha apuntado que, como supervisores comerciales, los taquilleros "mejoran sus condiciones salariales" y ha recordado que la medida no supondrá despidos, de hecho, la Comunidad sumará 350 profesionales a los 1.650 supervisores actuales.

Las taquillas habían perdido ya su función en la mayoría de las 301 estaciones del trazado de Metro. La despedida definitiva llega a los 92 vestíbulos donde esta figura aún se mantenía el año en el que el suburbano cumplirá 98 años.

Billetes sencillos, títulos de 10 viajes, combinados, tique para el aeropuerto y abonos mensuales serán desde mañana un producto exclusivo de máquinas.