Este artículo se publicó hace 15 años.
Masiva presencia policial vigilará el duelo Suecia-Israel a puerta cerrada
Suecia e Israel iniciarán mañana su eliminatoria de Copa Davis en Malmoe en un duelo que se disputará a puerta cerrada por decisión de la municipalidad y marcado por la masiva presencia policial ante la previsión de protestas por la actuación israelí en la franja de Gaza.
Un millar de policías custodiará desde mañana los alrededores del Baltiska Hall, escenario de los partidos, que desde hace días están rodeados por vallas y a cuyo interior sólo podrán acceder, aparte de los equipos, oficiales, patrocinadores y medios de comunicación.
La Policía ha calificado el grado de amenaza de actos violentos de "relativamente alto".
El sorteo de partidos realizado hoy en el Ayuntamiento de esta ciudad del sur de Suecia transcurrió sin incidentes.
La movilización principal está convocada el sábado al mediodía por "Stoppa Matchen" (Parad el partido), un grupo surgido a partir de la red social Facebook, donde cuenta con miles de miembros, y que espera reunir a 10.000 personas en una concentración pacífica.
Pero otros grupos han anunciado también movilizaciones para este fin de semana en que se disputa la eliminatoria, la primera mañana a las 8.00 hora local (7.00 GMT), a cargo del Movimiento de Solidaridad Internacional y con el lema "hay que parar el partido".
Dos institutos cercanos al área permanecerán cerrados para prevenir posibles enfrentamientos entre policía y manifestantes.
Pese al cerco policial, una pancarta en contra de Israel apareció colgada del techo exterior del pabellón el pasado martes, sin que se haya encontrado a los responsables.
"No tenemos nada en contra de los jugadores, es el estado de Israel el que es un asesino", declaró hace unos días Mohannad Yousif, portavoz de "Stoppa Matchen".
Este grupo, junto con distintos políticos de izquierda locales, fueron los primeros que abanderaron el pasado enero la protesta a favor de la suspensión de la eliminatoria de la Copa Davis.
La municipalidad de Malmoe, gobernada por los socialdemócratas, aprobó el pasado 18 de febrero que el partido se jugase a puerta cerrada, y su propio alcalde, Ilmar Reepalu, expresó públicamente su deseo de que la eliminatoria no se participase.
La decisión de las autoridades de Malmoe recibió críticas desde Estocolmo, e incluso se intentó trasladar la eliminatoria a la capital sueca y abrirla al público, pero sin éxito.
Las críticas por jugar los partidos a puerta cerrada también han venido de la Federación Internacional de Tenis, que calificó la medida de "desafortunada", y del equipo israelí.
"Es una decisión política y pienso que errónea. Le abre la puerta a otras naciones para que tomen la misma decisión estúpida. No hay que mezclar la política con el deporte", declaró el "doblista" israelí Andy Ram durante la rueda de prensa de hace dos días.
El capitán del equipo sueco, el laureado Mats Wilander, fue más moderado, pero dejó entrever su desacuerdo.
"Es de esperar que los responsables políticos en Malmö hayan hecho el análisis correcto", dijo.
Será la segunda vez que se dispute a puerta cerrada una ronda de la Copa Davis en Suecia: en 1975 ya se produjo un hecho similar en el enfrentamiento contra Chile, dos años después del golpe militar de Augusto Pinochet contra el presidente electo Salvador Allende.
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