Este artículo se publicó hace 13 años.
Un líder forjado en la tierra
A base de tesón, constancia y mucho sacrificio, Juan Ignacio Martínez, técnico del Levante, se ha hecho un hueco en la élite del fútbol y actualmente lidera la Liga BBVA empatado a puntos con el todopoderoso Barça de Guardiola. Juan Ignacio no pudo ser el jugador que soñaba, pero, después de una larga carrera, al fin entrena en Primera. "Quería ser futbolista, pero no daba el nivel como jugador. Sí es verdad que desde muy pequeño siempre estaba más pendiente de analizar a los compañeros y ver cómo jugaban los equipos, que de mi propio juego", recuerda el alicantino.
Debutante en Primera a sus 48 años, su camino ha sido largo y tortuoso para Martínez. Se forjó en los campos de tierra, dirigiendo incluso a equipos alevines, y para poder dedicarse al fútbol vendió seguros y material escolar. Fue entonces cuando Villaescusa, presidente del desaparecido AD Mar Menor, le reclutó para dirigir al conjunto murciano en Tercera. El buen fútbol que practicó aquel equipo, aunque no logró el ascenso, le valió a Juan Ignacio para promocionarse. Desde entonces Alcoyano, Salamanca, Albacete y Cartagena fueron los clubes que confiaron en él, hasta que este verano tomó los mandos del Levante. El granota es un equipo históricamente condenado a luchar por la permanencia, pero, después de haber ganado al Real Madrid, colidera la Liga junto al Barça.
Después de vender libros y seguros, entrenó en Tercera y en Segunda B
"Vivimos un momento dulce y las cosas nos están saliendo bien; pero nuestro éxito tiene mucho que ver con la humildad que nos transmite el míster", señala Iborra. El canterano también da algunas de las claves del éxito del Levante. "El míster tiene una teoría futbolística basada en el buen trato del balón. Nos insiste cada entreno en que toquemos la pelota, la mimemos, es su filosofía", señala el mediocentro.
"Al principio nos llamó mucho la atención sus entrenamientos, pues sólo le importa el balón. La plantilla se divierte más y todo es más llevadero", insiste Iborra, que también valora otros aspectos de la metodología de Martínez. "Aunque el balón sea lo primordial, tampoco descuida otros aspectos. Mezcla la intensidad y el físico; aunque siempre esté el balón de por medio, hay ejercicios compatibles".
JIM, seudónimo con el que también se conoce al técnico levantinista, es muy apreciado por sus valores como persona. "Le definiría como humilde, amable y cercano", dice Iborra. "Es uno más, le gusta estar pendiente de los problemas personales de cada uno. Incluso salía algún día con nosotros...", indica Víctor Fernández, con el que coincidió durante su etapa en el Cartagena.
«Nos prohibía dar un solo pelotazo», desvela Víctor, ahora en el Leganés
Para el veterano goleador del Leganés, "Martínez es un apasionado del fútbol espectáculo". "Nos hablaba de la Holanda del 74, del fútbol de ataque, recuerdo que en los entrenamientos nos prohibía dar un solo pelotazo", asegura Víctor. Pese a su pinta de bonachón y sus buenas formas, Martínez sabe ganarse el respeto de sus jugadores. "Todos sabíamos que también tiene su faceta seria. En las charlas nadie le podía interrumpir", revela Víctor. "Se enfada cuando debe. Desde luego, blando no es", confirma Iborra.
Con el balón como bandera y siempre desde la humildad, José Ignacio Martínez se codea con Guardiola.
«Nuestro éxito se debe a la humildad que nos transmite el míster», dice Iborra
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