Este artículo se publicó hace 15 años.
King Creosote desafía a las multinacionales
Despedido por la Warner, el artista regresa con el disco "indie" Flick the vs
La mera mención de la discográfica Warner enfurece a Kenny Anderson. "Ni cuidan a los artistas ni saben el significado de lealtad", protesta el músico escocés más conocido por su nombre artístico, King Creosote. Habla por experiencia. Con un sello de la Warner, 679, sacó dos discos celebrados por el público y la crítica: KC Rules Out, en 2005, y Bombshell, en 2007. Pero en un reajuste interno de la multinacional, King Creosote y otros talentos se vieron de golpe en la calle.
Para otros artistas, el rechazo hubiera supuesto el fin de una carrera musical. Para el escocés, en cambio, marcó el retorno a sus orígenes. Anderson lleva trece años editando discos con el sello Fence, que fundó en St. Andrews, la cuna del golf y de la más prestigiosa universidad de Escocia. Con los ahorros de ambas entregas, unos 13.000 euros, grabó la decena de canciones incluidas en Flick the Vs, el nuevo compacto de King Creosote, que distribuye a partir de este mes el sello independiente Domino.
Flick the vs es un desafío a las multinacionales y a un sector de su audiencia. "Me acusaron de haberme vendido y de haber perdido el rumbo. Con el disco les digo: Esto es lo que siempre he hecho, y si no nos gusta, os podeís". Se ahorra el taco. Y contiene su mala sangre porque, según dice, "no estoy tan defraudado". "Comencé a grabar el disco en un estado de confusión total. Y ese estado mental se refleja en las canciones. Nunca había escrito letras tan desagradables. Quise ver si era capaz de ser poético con palabras e historias horribles", explica.
De la misoginia a la homofobia pasando por enfermedades mentales y el corte final que habla de "ulceras, conducto hepático, ácido". Una base temática sorprendente para una cobertura musical melancólica, con mucho nervio y diversidad. Todo entra en el universo del cantautor de St. Andrews, cuya voz se reconoce entre lo mejorcito que se escucha desde Donovan. El acordeón es su instrumento natural y lo fusiona con guitarras, sintetizadores, teclados y hasta sampleados de gaitas tradicionales.
Fan del kalimotxoAnderson ha trotado por media Europa con su música. A principios de los noventa, tocó en las calles de San Sebastián, Pamplona, Barcelona y Sitges. "Se formaban corros inmediatamente y era muy fácil hacer amigos. Al cabo de tres canciones, nos pedían que fuéramos a tal o cual bar. Me introdujeron al kalimotxo, mi bebida favorita", recuerda antes de advertir: "Este año no bebo alcohol. A mi edad he de cuidarme". Tiene 42 años.
Fence nació en 1995 como vehículo de los discos caseros de Anderson y sus dos hermanos: Gordon, fundador de Beta Band y The Aliens, que firma sus proyectos alternativos como The Lone Pigeon; e Ian, alias Pip Dylan. El sello se gestionaba desde una tienda de discos de St. Andrews, que el rebautizado King Creosote compró en 2000. "Cuando el príncipe Guillermo vino a estudiar a la universidad, la renta subió un 30% y no pudimos aguantar. El príncipe contribuyó a destruir el negocio de la tienda, pero no nos dimos por vencidos. Nos centramos en el sello", dice.
En la actualidad, Fence da fuelle a cerca de 40 artistas. Gente de renombre en el alt-folk escocés, como James Yorkston, el único con nombre y apellido reales en un colectivo que incluye a The Pictish Trail, Rich Animo, Barbarossa o The Red Well. "La música es muy variada, desde electrónica a guitarra post-rock y todo lo que hay por medio. Es gente que conocemos en las giras y que comparten la ética del colectivo", explica Anderson.
La norma de la casa es sencilla: ganas de trabajar duro y un carácter no egocéntrico. "No trabajamos con gente prepotente o que quiere que todo se lo den hecho. El artista ha de trabajar mucho y reconocer que las audiencias se ganan persona a persona", añade. Algunos tienen más prisa por triunfar, como su vieja amiga KT Turnstall. "Kate formaba parte del colectivo. Cantó coros en Skubhie Dubh y colaboró en mi disco ´KC Rules Ok´. Pero no quiso perder el tiempo en St Andrews y se mudó a Edimburgo y, después, a Londres", admite.
Fence También organiza festivales con los artistas del colectivo. El próximo, el ´Homegame Festival´, se celebra del 17 al 19 de abril en doce locales de St Andrews. Prometen sorpresas y abundante buena música.
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