Este artículo se publicó hace 13 años.
Karzai apuesta por la paz durante el entierro del expresidente Burhanudín Rabbani
Los principales líderes afganos dieron hoy su adiós en Kabul al expresidente Burhanudín Rabbani, asesinado por un terrorista suicida, en un funeral durante el que el actual presidente, Hamid Karzai, refrendó su apuesta por la paz.
Al palacio presidencial afgano se acercaron miles de personas para homenajear al fallecido, asesinado el pasado martes por un terrorista suicida que acudió a su domicilio con el pretexto de entregarle un mensaje de paz proveniente de la cúpula talibán.
"La sangre de las víctimas de la libertad nos obliga a proseguir el esfuerzo por la paz", dijo en una breve alocución Karzai, flanqueado por sus dos vicepresidentes, Mohamed Fahim y Abdul Karim Khalili.
"Nuestra responsabilidad es actuar contra quienes son enemigos de la paz", añadió, en referencia a los insurgentes.
Rabbani, expresidente afgano pero también antiguo muyahidín con participación directa en las guerras civiles que ha sufrido el país, era en la actualidad el jefe del Consejo gubernamental de Paz encargado de negociar con los talibanes y sus afines.
"Igual que antes había llevado en su mano la bandera de la lucha y la resistencia, ahora Rabbani llevaba la bandera de la paz y la estabilidad en el país. Su muerte deja un vacío", dijo Karzai con rostro demudado poco antes de la oración funeraria.
Al acto fúnebre, en la mezquita de palacio, acudieron representantes de países árabes y otros vecinos, como Tayikistán, Irán y Pakistán, y los principales ministros del Ejecutivo nacional, informó a Efe un portavoz presidencial afgano.
La oración funeraria fue liderada por un viejo colega, el antiguo "señor de la guerra" -hoy diputado- Abdul Rasul Sayyaf, y su ataúd, envuelto en la bandera afgana, fue trasladado para su entierro por la guardia presidencial a la cercana colina de Wazir Akbar Khan.
La televisión local mostró allí a un millar de personas, entre ellas el excandidato presidencial Abdulá Abdulá, que miraba el ataúd entre lágrimas mientras sus fieles se esforzaban por tocarlo entre gritos e intentos de la Policía por controlar a la multitud.
Las fuerzas del orden habían puesto en marcha desde por la mañana un amplio despliegue de seguridad, con el propósito de "garantizar" que no hubiera problemas en Kabul, muy golpeada por la insurgencia en los últimos meses, dijo a Efe un cargo policial, Mohamed Zahir.
El Gobierno afgano ha declarado tres días de luto oficial por la muerte de Rabbani, que según los analistas ha supuesto un golpe letal para las expectativas de una solución negociada con los talibanes, ante la salida del país de las tropas internacionales.
Los servicios de inteligencia afganos han acusado del asesinato al 'consejo' que los líderes talibanes tienen supuestamente en la ciudad de Quetta, en el vecino Pakistán, aunque los insurgentes no han reivindicado por el momento el atentado.
Según testigos y fuentes de la investigación, el asesino, llamado Esmatulá, se presentó ante los oficiales del Consejo de Paz con una carta supuestamente proveniente de la cúpula talibán y una petición para reunirse con Rabbani y trasladarle un mensaje de paz.
Recibido en su domicilio por varios oficiales del Consejo de Paz, Esmatulá se acercó al expresidente, recién llegado desde Dubai, supuestamente para saludarlo, y en ese momento hizo detonar una carga explosiva que llevaba oculta en su turbante.
El Consejo de Paz, creado en octubre de 2010, responde a una iniciativa de Karzai para lograr una solución negociada al conflicto con los talibanes, en paralelo con el proceso de salida del país de las tropas internacionales, cuya conclusión está prevista para 2014.
En Afganistán se ha recrudecido la violencia en los últimos tres años, y la muerte de Rabbani ha levantado de nuevo las voces críticas de quienes piensan que los talibanes avanzan en el campo de batalla y no están interesados en negociar la paz.
A la incertidumbre sobre el éxito del proceso de reconciliación política se une la preocupación por la posibilidad de que el crimen dispare el encono étnico en el rompecabezas tribal afgano.
Rabbani era uno de los principales líderes de la comunidad tayica, originaria del norte del país y rival tradicional de la etnia pastún, de la que se nutre el movimiento talibán.
Fawad Peikar
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