La Junta de Castilla y León ha acudido hoy al "respeto a la autonomía municipal" a la hora de opinar sobre el ofrecimiento del municipio vallisoletano de Santervás de Campos (PP) de albergar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares, y ha observado que la decisión final debe ser técnica.

Así ha respondido el portavoz del Ejecutivo castellanoleonés, José Antonio de Santiago-Juárez, en rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, a ese ofrecimiento, que deberá aprobar mañana el pleno extraordinario del ayuntamiento del municipio, que componen cinco concejales populares.

El portavoz de la Junta se ha referido a la intención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que el acuerdo sobre el lugar donde se instale el ATC cuente con el máximo consenso, incluido el de las autonomías, a pesar de que la competencia la tiene el Ejecutivo central, según la Ley de Seguridad Nuclear.

Ha declinado opinar sobre si el ofrecimiento del municipio vallisoletano, el único del PP de todos los conocidos hasta el momento en España para acoger el ATC, hace que cuente con más papeletas que el resto, en una decisión en la que a su juicio deberán primar los "criterios técnicos", que "garanticen la seguridad, por encima de todo".

La candidatura del municipio vallisoletano, sobre la que según De Santiago-Juárez, la Junta no ha hablado con ese ayuntamiento, se suma a las ya presentadas por los de Ascó (Tarragona), Villar de Cañas (Cuenca) y Yebra (Guadalajara)

Ha sostenido que sería "un escarnio" que tras decidir el Gobierno el cierre de la central nuclear de Garoña (Burgos) ahora Castilla y León pudiera acoger "residuos de otra empresa", lo que no contaría con el consenso de esta autonomía.

Lo primero para ponerse hablar sobre este centro es que el Gobierno "rectifique sobre Garoña" y tenga en cuenta el informe del Consejo de Seguridad Nuclear que garantizaba la seguridad de la central por diez años más, tras cumplirse su vida útil, ha planteado De Santiago-Juárez. "Si no hay empresa no hay necesidad de almacén", ha sentenciado.

"Teníamos un consenso político sobre Garoña" que se rompió, según De Santiago-Juárez, por "un capricho político de José Luis Rodríguez Zapatero", no asumido por todo el PSOE, decidió "cargarse la central, con 1.400 puestos de trabajo, y toda una comarca".

Para cementerios nucleares Castilla y León ya contará, según el también consejero de la Presidencia, con el de "Garoña", ya que el portavoz ha dudado de que a partir de 2013, cuando se cierre la central "se vayan a llevar los residuos nucleares que hay" en ella.

Ha recordado que la Junta defiende "un uso adecuado de la energía nuclear, compatible con el de las renovables", y lo contrario es, a su juicio, "ir contra el aire de los tiempos", tras la apuesta al respecto de países como Francia, Alemania e Italia.