Este artículo se publicó hace 15 años.
Un juez debe decidir sobre la prueba de ADN a un sospechoso de los crímenes imputados a Ibar
El abogado Benjamín Wasman, quien representa al español Pablo Ibar, que se encuentra en el corredor de la muerte en EEUU desde 2000, intentará hoy convencer al juez del caso para que se practiquen pruebas de ADN a un sospechoso de los crímenes por los que fue condenado su cliente.
El caso dio un giro inesperado el pasado 19 de marzo en un tribunal de Fort Lauderdale, al norte de Miami (en el estado de Florida), cuando la defensa presentó al juez Jeffrey R. Levenson la declaración de un testigo que asegura que otra persona le confesó que era el autor de los asesinatos imputados al español.
En la declaración sellada, el testigo, bajo condición de anonimato, señaló al abogado Benjamín Waxman que el preso William Ortíz, de 37 años, es el sujeto que aparece en las imágenes del vídeo de seguridad de la casa donde se cometió el triple crimen.
Waxman y Alan Ross, el otro letrado de la defensa, presentaron ese día en el 17 Circuito del Distrito Judicial del condado de Broward una petición para que se realice "una comparación del ADN, huellas dactilares y cabello de Ortíz con el ADN obtenido de una camiseta azul (hallada en la casa), cabellos y 33 huellas dactilares sin identificar".
Waxman indicó a Efe que el magistrado decidirá sobre los dos asuntos básicos que plantea la defensa: la petición de que se realicen las pruebas de ADN y huellas dactilares de Ortíz.
En la petición de la defensa, a la que tuvo acceso Efe, se señala que el testigo identificó "positivamente" a Ortíz, preso actualmente en la Institución Correccional de Columbia en Florida, como el asesino, tras ver en un programa de televisión el caso de Pablo Ibar y las imágenes del vídeo que grabó el crimen.
"Conozco a la persona que cometió el crimen. Él me lo confesó. Aquí hay un error, el que cometió el crimen es Ortíz (...) Creo que paga un inocente (Ibar)", dijo el testigo al programa en una grabación posterior.
Ibar, hijo de padre español y madre cubana, mantiene, hoy más que nunca, su esperanza de que se anule el juicio en el que, con una defensa plagada de errores, fue condenado a muerte.
El mismo abogado que defendió a Ibar entonces, Kayo Morgan, reconoció en una sesión pasada ante el juez Levenson que había cometido graves errores en su defensa en el juicio de 2000.
Morgan atravesaba un período de su vida complicado por los problemas de su esposa, que era drogadicta, así como por su mala salud y debilidad física y mental.
"Estuve rezando durante quince años para que algo como esto ocurriera", escribió Ibar, de 36 años, al recordar su detención en 1994, en una nota a requerimiento de Efe durante una sesión en la audiencia de marzo pasado.
Ibar, en el corredor de la muerte desde 2000 en el penal de Raifor, en Starke, al norte de Florida, expresó en una breve nota su confianza en conseguir por fin "justicia" en su caso y "poder ganar mi libertad".
El español fue condenado a muerte por los asesinatos en 1994 de Casmir Sucharsky, dueño de un local nocturno, y dos modelos, Sharon Anderson y Marie Rogers, que estaban en su casa de Miramar, un crimen que fue grabado por cámaras de seguridad.
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