Jacko, un espantapájaros charlatán

Dorothy, el espantapájaros y el hombre de hojalata bajan por el camino de baldosas amarillas junto a un tío con el pelo a lo afro. Todos mueven el culo a ritmo de funk. ¿Pensaban que ya lo sabían todo sobre Michael Jackson?

Años 70. En plena explosión cultural del imaginario afroamericano, la discográfica Motown decide adaptar El mago, versión negra de El mago de Oz que había triunfado en Broadway. La trama no tiene desperdicio: Dorothy es una estudiante negra que no ha salido nunca de Harlem. Un día, debido a una nevada, aparece en una versión kitsch de Manhattan llamada Oz. "El original es estupendo pero nuestro concepto es diferente: ellos eran de Kansas, nosotros de Nueva York; ellos eran blancos, nosotros somos negros", dijo su director, el blanquísimo Sidney Lumet (razón no le faltaba: el mago de Oz de su película vive en las Torres Gemelas).

Universal, coproductora del filme junto a Motown, estába tan convencida de que El mago iba a arrasar que no puso límite presupuestario: tras contratar a Diana Ross (Dorothy), Michael Jackson (el espantapájaros), Richard Pryor (el mago de Oz) y Quincy Jones (a cargo de la partitura) el filme se convirtió en el musical más caro de la historia.

Tanto Diana Ross, mucho más popular en 1977 que Michael Jackson, como el guionista del filme, Joel Shumacher estaban influidos entonces por las teorías de Werner Erhard, un ex vendedor de coches de segunda mano reconvertido en gurú de masas gracias a una terapia de autoayuda mezcla de cienciología y new age. "El guión se convirtió en una fábula repleta de cháchara sobre conocerte a ti mismo y compartirlo con los demás. Lo odié desde el principio. Pero era imposible discutirlo con Ross: le recordaba a los seminarios de Erhard", dijo el productor, Rob Cohen.

El filme no sólo fue un fracaso, sino que cambio la historia del cine negro: los estudios dejaron de financiar proyectos totalmente afroamericanos, poniendo fin a una época marcada por la explosión del blaxploitation, cine policiaco para negros. La decadencia cultural había llegado, pero no para todo el mundo. Jackson, que se había dedicado a ver vídeos de gacelas y panteras para preparar los números musicales del filme, trabajó con Quincy Jones por primera vez (un año después grabarían el exitoso Off the wall). En 2008, coincidiendo con el 30 aniversario de El mago, salió un DVD especial en EEUU. ¿Estará en España al caer?