Este artículo se publicó hace 15 años.
La izquierda espera frenar a Merkel en unos comicios regionales
Los ciudadanos de tres estados de Alemania acudían a votar el domingo en unas elecciones regionales que están consideradas como una prueba clave antes de las generales del próximo mes, en la que la canciller Angela Merkel espera conseguir un segundo mandato.
En los sondeos de cara a la votación del 27 de septiembre, Merkel y la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU, por sus siglas en alemán) tienen una cómoda ventaja de entre 12 a 15 puntos sobre sus rivales de centroizquierda, el Partido Social Demócrata (SPD, por sus siglas en alemán).
Pero el SPD considera las elecciones en Sarre, Sajonia y Turingia como una oportunidad de restar impulso a Merkel. Un mal resultado de los conservadores el domingo daría a los socialistas un impulso psicológico para la etapa final de la campaña y podría agriar el ánimo de los conservadores.
Cualquier erosión en su apoyo podría poner en peligro las esperanzas de la canciller de lograr un gobierno de centroderecha el próximo mes con los Demócratas Libres (FDP, por su sigla en alemán) y podría obligarles a crear otra incómoda "gran coalición" con el SPD.
"El SPD intentará explotar al máximo cualquier ganancia en estas votaciones regionales", dijo Peter Lösche, profesor emérito de ciencia política de la Universidad de Göttingen.
Las urnas se abrieron a las 8:00 hora local (06:00 GMT) y las primeras encuestas a pie de urna se esperan para las 18:00. Debido a lo complejo de las matemáticas de las coaliciones y las diferencias políticas, los nuevos gobiernos podrían tardar semanas en asumir sus cargos.
Los aliados conservadores de Merkel gobiernan los tres estados y los sondeos les dan la ventaja en todos ellos. Pero en Sarre, en la frontera con Francia, y Turingia, en el este de Alemania, la victoria no es segura.
COALICIÓN CON LOS COMUNISTAS
En ambos estados, una coalición del SPD, los izquierdistas del "Linke" y los ecologistas podrían quitar a los conservadores en el poder, si logran superar sus diferencias.
Si eso ocurre en Sarre, un pequeño estado de un millón de personas en un rincón del oeste de Alemania, sería la primera coalición regional del SPD y "Linke", o Partido de Izquierda, en el oeste del país.
Descendientes directos del antiguo partido comunista de la Alemania Oriental, el Partido de Izquierda es odiado por muchos moderados del SPD y la cooperación con ellos fuera del este del país ha sido considerada como un tabú hasta el momento.
Eso ha obligado a los líderes del SPD a realizar un cuidadoso acto de equilibrio: cooperar con el Partido de Izquierda a nivel regional, a la vez que lo descartan de plano a nivel nacional después de las elecciones federales del próximo mes.
Posiblemente, los conservadores de Merkel aprovecharán cualquier señal de que el SPD vaya a coaligarse con el Partido de Izquierda para generar controversias y temores entre los votantes respecto a una "oleada comunista".
En el estado de Sajonia, la CDU podría conservar el poder, ya sea en coalición con el SPD o logrando una nueva con el FDP.
La formación de ultraderecha NPD, que logró el 9,2 por ciento en los últimos comicios en Sajonia, podría quedarse esta vez sin el cinco por ciento necesario para entrar en la Cámara estatal.
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