Mucho tendría que cambiar lo que queda de semana para que los colores que la definan no sean, por un lado, el verde que representa a Irlanda y, por otro, el rojo que define la tendencia de las bolsas. 

Mientras el país europeo cierra los detalles de su rescate financiero, la bolsa españolase empecina en vivir otra jornada de vértigo. A las pérdidas sufridas ayer, que hicieron perder la cota de los 10.000 puntos tras una caída del 2,6%, se suma hoy un nuevo batacazo para el selectivo español. El parqué ha acabado teñido de rojo con una pérdida del 3,05%.

El principal indicador del mercado español se sitúa ahora mismo en 9.691,80 puntos, lo que representa la mayor caída intradiaria desde el 11 de agosto. Habría que remontarse a principios de julio para encontrar una situación similar.

La banca ha vuelto a ser la principal damnificada: los mayores descensos se los han apuntado Banco Santander (-4,73%), BBVA (-3,90%), Repsol YPF (-3,95%) y Telefónica (-3,21%). El resto de bancos también descendieron: Bankinter cayó un 2,45%, misma tendencia que Banco Popular (-1,98%), Banesto (-1,38%) y Banco Sabadell (-0,81).

La incertidumbre sobre el rescate a Irlanda y el miedo al contagio en las economías de Portugal y España ha golpeado no sólo a España, sino al resto de las bolsas europeas.

El temor a un contagio de la situación irlandesa sigue disparando las primas de riesgo de los países periféricos de la eurozona (el diferencial de la deuda española ha marcado otro récord desde la entrada del euro) y ha quedado claramente reflejado en las mayores rentabilidades que el Tesoro ha tenido que pagar en las subastas de letras del martes.

No sólo factores puramente económicos han contribuido a la caída. La escalada de la tensión entre las dos Coreas ha impulsado las ventas en la apertura de la Bolsa de Nueva York.