Este artículo se publicó hace 15 años.
"Herbarium Amoris", el sexo de las plantas glosado por Mankell
Ver lo conocido de un modo nuevo e inesperado fue lo que hizo que Carl von Linneo (1707-1778) clasificara las plantas sexualmente, algo que ahora recuerdan en "Herbarium Amoris" con primerísimos primeros planos otros dos suecos, el fotógrafo Evard Koinberg y el escritor Henning Mankell.
El proyecto comenzó en 1999, cuando Koinberg leyó los textos de Linneo, quizá la figura de la Ilustración sueca más conocida, y se quedó "estupefacto" por la desinhibición y la poesía del lenguaje del padre de la botánica.
"Los sépalos son el tálamo donde se juntan los estambres y los pistilos, con su forma de cetro. Los filamentos son los conductos espermáticos, el estilo el pasaje maternal o vagina, el óvulo los ovarios, el pericarpio el ovario fértil y la semilla es el huevo", describía el botánico.
Linneo fue el primero que habló de la sexualidad de las plantas y a partir de su observación de una colección de más de 20.000 especímenes, las agrupó en un Calendarium Florae y las clasificó sistemáticamente por el número y disposición de sus partes reproductivas.
Fue muy polémico en su tiempo porque afirmó que los estambres y pistilos eran como un espejo de los genitales humanos y provocó una "revolución sexual" en taxonomía de las plantas.
En base a su herbario desarrolló su sistema de clasificación botánica, todavía vigente, que ordena las plantas en función de su tiempo de florecimiento, y por el número y disposición de sus órganos sexuales.
Clasificó las plantas en 24 grupos o clases, contó los estambres de la flor y anotó cómo estaban organizados y según la cantidad de estilos del pistilo los separó en subgrupos u órdenes y fue quien les dio nombre (género) y apellido (especie) con su nomenclatura binaria.
La idea de que las plantas y su sexualidad salieran de la oscuridad fue, precisamente, el punto de partida del trabajo de Koinberg, realizado en su mayor parte en el jardín que rodea su casa en Uppland, el mismo paisaje en el que vivió y trabajó Linneo.
Mankell, el "padre" del taciturno y famoso detective sueco Wallander, es el encargado de glosar la figura del botánico y asegura en el libro que "igual que Suecia es una potencia prácticamente desconocida" en cualquier materia, todo el mundo sabe quién fue Linneo.
Koinberg ha creado un moderno equivalente del trabajo de Linneo, acercándose al sujeto con la misma pasión y dedicación, y fotografía cada delicada flor en su estudio bajo condiciones perfectas de luz para celebrar el erotismo de la flor.
Describe el ciclo vital de varios ejemplares desde su etapa de capullo, al florecimiento y marchitamiento consiguiendo un moderno Calendarium Florae, un calendario visual que registra gráficamente el año a través de las flores.
En "Herbarium Amoris" (Taschen), Koinberg captura el lirismo y el brillo del erotismo del mundo floral en primeros planos, sobre un fondo negro, en el que destacan cada parte de la planta, el rocío titilando en los pétalos abiertos o las más delicadas formas vegetales infundidas de "fuerza vital desenfrenada".
"El cáliz es el lecho nupcial en el que los estambres y el pistilo se unen. En algunas camas hay cuatro hombres, dos altos y dos bajos, con la novia, y en otras hasta diez hombres", comparaba Linneo para escándalo de sus coetáneos.
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