Este artículo se publicó hace 15 años.
Hallan lápidas romanas en la muralla de León que pueden pertenecer a una necrópolis
Los arqueólogos que trabajan en las labores de restauración de la muralla de León han encontrado dieciséis lápidas funerarias de época tardo romana, que utilizaron para su construcción, y que podrían desvelar la existencia de una necrópolis desconocida cerca del lugar del hallazgo.
La concejala de Cultura y Patrimonio en el Ayuntamiento de León, Evelia Fernández (PSOE), ha explicado hoy en rueda de prensa que se trata de un descubrimiento "importante" porque puede arrojar "nuevos datos" sobre la construcción de la muralla y "nuevos horizontes" sobre la historia y el origen romano de la ciudad.
Las lápidas funerarias han sido encontradas en el denominado "cubo número dos", en la zona de Las Clarisas, donde desde el pasado 17 de noviembre se están realizando labores de limpieza y restauración de los cubos y de las correspondientes cortinas de la muralla leonesa.
Durante estos trabajos, que se realizan de forma manual, se han hallado estos restos, unas lápidas funerarias con inscripciones en bajo relieve que podrían concretar la cronología de la construcción de la muralla y nuevas informaciones sobre la organización de la ciudad en la época tardo romana.
Desde el Ayuntamiento de León se baraja la posibilidad de que existiera una necrópolis cercana al lugar en el que se construyó la muralla y que los propios romanos utilizan las lápidas para levantar la construcción, ya que se han utilizado a modo de "encofrados para el hormigón romano".
En concreto, se han encontrado en la esquina del paramento de la cortina que sirve de prolongación de la construcción hacia el cubo siguiente y están hechas en mármol "de diferentes colores", de pieza caliza extraída en Burgos y de piedra arenosa, tal y como ha explicado el arquitecto director de la restauración, Melquiades Granilla.
Una de ellas, de dimensiones de 60 por 22 por 130 centímetros, cuenta con una inscripción que aún no se ha traducido del todo aunque se sabe que figura el nombre de una persona fallecida y de su hijo, quien fue quien encargó la lápida, así como una fecha, que el Ayuntamiento no ha desvelado, a la espera de los posteriores análisis.
Estas lápidas han sido clasificadas utilizando un sistema de ortofotografía y con una base cartográfica "bastante novedosa", que presenta las piezas "en su verdadera magnitud de tres dimensiones", ha comentado Granilla.
Ahora, el Ayuntamiento de León pedirá los correspondientes permisos a la Junta de Castilla y León, a través de la Comisión Territorial de Patrimonio para llevar a cabo la extracción de las piezas y realizar un "estudio exhaustivo" del hallazgo para comprobar si desvela nuevos datos sobre la construcción de la muralla leonesa.
El objetivo es el de someter a las lápidas a un proceso de restauración, limpieza y conservación para poder exhibirlas en el Museo de León y elaborar réplicas para colocarlas en su lugar de origen, dentro de la muralla.
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