El Gobierno no ve posible posponer por ahora el cumplimiento del déficit

Incumplir el objetivo de déficit marcado por la Unión Europea "no está en la agenda en absoluto en estos momentos". Así lo aseguró el ministro de Economía, Luis de Guindos, que evitó revelar si el Gobierno podría pedir una prórroga en los próximos meses ante la grave recesión en la que se adentra la eurozona.

De Guindos insistió en que el objetivo de limitar al 4,4% del PIB el déficit para este año sigue siendo "en estos momentos" la máxima prioridad del Gobierno para generar confianza.

El comisario de Economía, Olli Rehn, descartó la posibilidad, asegurando que "es imprescindible que España cumpla con los objetivos fiscales para 2012". "Como esta crisis es una crisis de confianza, es imprescindible que se recupere la sostenibilidad de las finanzas públicas", añadió.

El ministro, que se estrenó ayer y hoy en las reuniones del Eurogrupo (los titulares de Finanzas de la eurozona) y el Ecofin (los de los 27 socios de la UE), aseguró que sus socios están "impresionados" por la rapidez con la que el Gobierno reaccionó ante los dos puntos de desviación en los objetivos del déficit de 2011 por el gasto público de las comunidades autónomas. El titular de Economía aprovechó para explicárselas y adelantarles las líneas maestras de la reforma laboral y la Ley de Estabilidad Presupuestaria que este viernes tratará el Consejo de Ministros.

Aunque De Guindos asegura que en la UE ha calado la preocupación por el crecimiento y el empleo, que será uno de los temas que tratará la cumbre de jefes de Gobierno del próximo lunes. Sin embargo, evitó precisar qué medidas concretas pondrá en marcha la eurozona o qué impacto tendrán. En el caso de España, el ministro confió en la "fundamental e importantísima" reforma laboral para reactivar el empleo y acabar con la "selva" de tipos de contrato vigentes. Tras criticar el "fracaso" del anterior Gobierno en el campo laboral, el titular de Economía confió en que la nueva reforma tenga un impacto "positivo", porque la situación "no puede ir a peor"