El Gobierno indio hace una nueva oferta de diálogo a la guerrilla maoísta

La India realizó hoy una nueva oferta de diálogo a la guerrilla maoísta para que abandone las armas, sólo un día después de que los insurgentes volaran un autobús y acabaran con las vidas de 35 personas en el centro del país.

"Hago una oferta de diálogo ahora. Que tome nota quienquiera que escuche. Los maoístas deberían decir que suspenden la violencia y suspenderla durante 72 horas desde cualquier fecha que fijen", dijo el ministro indio de Interior, Palaniappan Chidambaram.

En declaraciones al canal indio CNN-IBN que fueron luego difundidas por distintas agencias de prensa, el ministro dijo ser capaz de obtener el apoyo de los jefes de los Gobiernos regionales más afectados con vistas a "responder" a la guerrilla.

"Fijaremos la fecha, el lugar y el momento para las conversaciones, dejaremos que vengan los maoístas y que hablen sobre aquello que deseen", agregó Chidambaram.

El ministro condicionó su petición de suspensión de la violencia a que los maoístas no ataquen las instalaciones públicas, como escuelas, hospitales, carreteras o líneas de teléfonos, y a cambio prometió parar las acciones de la Policía contra los insurgentes.

La oferta llega después de que ayer la guerrilla acabara con las vidas de 35 personas, al hacer saltar por los aires un autobús que viajaba por el distrito de Dantewada, en el estado de Chhattisgarh, con pasajeros tanto civiles como de las fuerzas de seguridad.

El pasado mes de febrero, el líder guerrillero, Koteswar Rao, ofreció al Gobierno una tregua de 72 días a cambio de que este se aviniera al diálogo, pero Chidambaram le exigió entonces una declaración de renuncia a la violencia como condición previa.

"No creo que los maoístas hayan respondido nunca con seriedad a nuestra oferta de conversaciones. Ni han hecho una oferta seria de conversaciones", declaró Chidambaram a CNN-IBN.

Los maoístas, que cuentan con implantación apreciable en 200 de los 626 distritos del país, ejecutaron el pasado 6 de abril en Dantewada la operación más sangrienta de su historia, una emboscada que acabó con las vidas de 76 miembros de las fuerzas de seguridad.

El movimiento, conocido en la India como "naxalita", comenzó en el año 1967 y ha logrado sobreponerse a sus altibajos históricos hasta convertirse, en palabras del primer ministro indio, Manmohan Singh, en la amenaza interna más grave del país.

El Gobierno indio lanzó en septiembre de 2009 la operación "Caza Verde" contra los guerrilleros, aunque varios grupos de intelectuales han denunciado que unos 200.000 "adivasis" (población tribal) han tenido que abandonar sus hogares por esos combates.

Y los últimos golpes de la guerrilla han avivado el debate sobre la forma de combatirla entre los partidarios de intensificar la acción militar, y aquellos que prefieren incidir en el desarrollo económico de los feudos insurgentes, históricamente depauperados.

Hoy, Chidambaram indicó que el Gobierno está listo para revisar su política de lucha contra la guerrilla y estudiar la posibilidad de usar helicópteros para sobrevolar y vigilar las áreas boscosas donde se refugian los rebeldes.

"Debería existir una disposición para realizar vigilancia aérea", dijo el ministro.

Hasta ahora, el Gobierno central sólo utiliza helicópteros para transportar heridos y a las fuerzas de seguridad, y se ha resistido a usar las Fuerzas Aéreas contra los maoístas por temor a causar víctimas civiles, según los expertos de seguridad.

Los maoístas iniciaron hoy una huelga en los estados de Chhttisgarh, Orissa, Bihar, Bengala Occidental y Jharkhand, donde mantienen una fuerte presencia, para protestar contra las operaciones de las fuerzas gubernamentales.