Este artículo se publicó hace 14 años.
Fumadores más obesos engordan más después de abandonar el hábito
Por Anne Harding
Los fumadores que abandonanel cigarrillo realmente engordan, en especial si ya son obesos,según un seguimiento durante ocho años a personas que dejaronde fumar por primera vez.
"Un fumador tiene más riesgo de engordar cuando abandona laadicción cuanto más sobrepeso tiene", dijo la investigadoraDeborah Lycett, de la University of Birmingham en el ReinoUnido. Pero agregó que esto no debería desalentar a losfumadores con kilos de más a tratar de abandonar el hábito.
"Saberlo da recursos. Si sabemos que existe la posibilidadde engordar mucho, podemos prepararnos para eso y que nuestramente lo procese mejor si llega a suceder", expresó Lycett.
Dejar de fumar realmente puede engordar, sentencia elequipo de Lycett en la revista Addiction.
Para estudiar mejor esta relación, los expertos analizarona 840 fumadores que habían participado en los 90 de un ensayoclínico de 12 semanas para comparar la efectividad del parchede nicotina con la de un placebo.
En un año, 85 no habían vuelto a fumar con el uso delparche (abstinentes). La mayoría (613) siguió fumando durantelos ocho años de estudio. Otros 26 dejaron de fumar durante unaño, pero luego tuvieron una recaída. Y 116 personas siguieronfumando durante el primer año, pero luego dejaron y a los ochoaños ya eran no fumadores.
Los investigadores verificaron la abstinencia a los ochoaños mediante el análisis del nivel de monóxido de carbono enel aliento o de cotinina en la saliva.
Casi todos, incluidos los fumadores, habían engordado unpoco pasados esos ocho años, pero los que habían abandonado elcigarrillo engordaron mucho más. Sólo un cuarto tenía pesonormal para la altura.
Los que habían permanecido abstinentes desde el ensayo conel parche engordaron unos 8,8 kilos, mientras que los queseguían fumando aumentaron apenas 2,2 kilos. Los que sufrieronuna recaída engordaron 3,3 kilos, mientras que los que dejaronde fumar después del ensayo aumentaron 8,3 kilos.
Pero en el grupo de abstinentes, hubo también una grandiferencia en el aumento de peso, según el índice de masacorporal (IMC) inicial individual. Los abstinentes con bajopeso o sobrepeso inicial (IMC promedio de 18 y de 29,respectivamente) engordaron 10 kilos.
Los participantes con peso normal o IMC de 23 aumentaronalgo menos, unos 7,8 kilos. Pero los que ingresaron al ensayocon obesidad mórbida (IMC de 36) engordaron 19,4 kilos.
En los fumadores, la variación del peso corporal tomó ladirección opuesta: las personas con bajo peso fueron las quemás engordaron (3,8 kilos), mientras que las más obesas hastaadelgazaron unos 0,8 kilo, en promedio.
FUENTE: Addiction, online 6 de octubre del 2010
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