Mas no frena el empuje de los soberanistas de Convergència

Artur Mas no quería que, a un año de las elecciones catalanas, los votantes moderados de CiU, que son su principal granero, se incomoden o espanten. Pero la consulta soberanista de Arenys de Munt (que tendrá efecto dominó) y el debate sobre la Ley de Consultas Populares, que ayer empezó su tramitación en el Parlament, amenazan con llevarle por otros derroteros y le impiden frenar el empuje de los soberanistas de CDC.

En el Parlament empezaron las comparecencias sobre la ley que, de acuerdo con el Estatut, prevé que las consultas se celebren con autorización estatal. ERC e ICV admitieron que una consulta como la de Arenys no cabría en la Ley y el PSC avisó que será necesario "retocarla". Mas la tildó de oportunidad perdida de profundizar en el derecho a decidir.

El ex-vocal del CGPJ a propuesta de CiU Alfons López Tena, que ahora es consejero nacional de CDC, defendió en el Parlament que con la Ley y el Estatut se pueden plantear consultas legales soberanistas preguntando, por ejemplo, lo siguiente: "¿Quiere que se reformen las leyes necesarias o la Constitución para que Catalunya sea un Estado independiente, democrático y social de la UE?". Un ayuntamiento podría plantearlo de forma similar para reformar el Estatut.

Tras una reunión del grupo parlamentario de CiU, Mas reprochó a ERC que la Ley remita a la autorización estatal y no prevea consultas que permitan sortearla.

Los independentistas se revolvieron recordando que es el Estatut que él acordó con Zapatero y no el que aprobó originalmente el Parlament con el visto bueno de ERC el que fija que la ley de consultas se introduzca la preceptiva autorización estatal.

La Associació Catalana de Municipis, entidad municipalista próxima a CiU y presidida por el alcalde de CDC en Martorell, Salvador Esteve, aseguró ayer que ofrecerá asesoría legal a los ayuntamientos que, forzando la legalidad, convoquen consultas en los próximos meses.

ERC instó a Decidim.cat, la asamblea de electos por la autodeterminación que integran sus concejales y una parte significativa de los de CiU e ICV, a liderar la convocatoria de varias "oleadas de consultas simultáneas" en un intento de implicar al resto de formaciones. Su asamblea de concejales del sábado acabará de fijar la estrategia.

De momento, ayer el pleno del Ayuntamiento de Berga, una capital de comarca de 17.000 habitantes gobernada por CiU, aprobó una propuesta de la CUP (Candidatura dUnitat Popular) para convocar una consulta preguntando por la independencia también con apoyo de CiU y ERC. El PSC, que vive con incomodidad el debate, no secundó la iniciativa.