Fabra: "Me voy de la Diputación de Castellón porque quiero"

Carlos Fabra, probablemente el político español que más titulares ha ocupado por sus escándalos de presunta corrupción, abandonó ayer la Presidencia la Diputación de Castellón tras 16 años de mandato. "Me voy porque quiero", dijo Fabra minutos después del acto en el que tomó posesión su sucesor, Javier Moliner. "Ya prácticamente o han prescrito o se han archivado el 80% de las imputaciones que había sobre mí", añadió.

Fabra sigue imputado por cohecho, tráfico de influencias y fraude fiscal en una instrucción que dura ya siete años y medio. Acaparó también titulares por su exhibición de clientelismo, al conocerse una grabación en la que se jactaba del "voto cautivo" logrado tras colocar a "un sinfín de gente".

La oposición ha pedido con insistencia su dimisión. Pero el ya expresidente se va, efectivamente, porque quiere. Su control absoluto del PP en Castellón le ha servido de blindaje. El acto de ayer se convirtió en un homenaje. Su sucesor le dedicó palabras de agradecimiento y elogió su obra más polémica, el aeropuerto de Castellón, que no tiene fecha para su puesta en marcha. Fabra seguirá presidiendo el PP provincial al menos hasta 2012.