ETA remodela el frente político para controlar a sus bases

ETA ha modificado el esquema que diseñó hace 10 años para trasladar sus consignas y controlar a todo el entramado de la izquierdaabertzale que respalda la violencia. Fracasos asumidos, como el intento de paralizar el proyecto de Tren de Alta Velocidad, o las disensiones en el ámbito de los presos y sus familias llevaron recientemente a la banda a redefinir el papel de Ekin. Este órgano, la dirección política de ETA a este lado de la frontera, ejercía desde 1999 un férreo control sobre el entorno de la banda.

Recientemente, ETA decidió diluir a Ekin en Bateragune, el nuevo órgano de dirección desarticulado por la Policía el 13 de octubre, aunque permitió que continuase con su debilitada estructura de asentamiento por territorios, informaron a Público fuentes de la investigación.

Fracasos comola estrategia contrael TAV motivaron la reestructuración

Los informes policiales en los que se basó Garzón para encarcelar a Arnaldo Otegi, Rafael Díez Usabiaga y otras tres personas sitúan a Bateragune como "referente político principal" del denominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), en sustitución de la ilegalizada Batasuna. Su principal objetivo, según la Policía y el juez, sería alcanzar "una acumulación de fuerzas soberanistas" que trabajase por la independencia de Euskal Herria. Todo ello bajo la estricta dirección de ETA.

Sin embargo, las conclusiones de uno de los Servicios de Información implicados en la investigación otorgan un papel más amplio y relevante a Bateragune. El nuevo comité de dirección supliría a Ekin como dinamizador de toda la izquierda abertzale que respalda a ETA, dividida en el área juvenil, sindical, internacional, el frente de presos y Batasuna.

En Bateragune se integraban todas las organizaciones del MLNV

Bateragune estaría así integrado por miembros de todos esos sectores de la izquierda abertzale radical. Según el juez Garzón, su presencia en el comité de dirección sería "a título personal". Sin embargo, las fuentes consultadas aseguran que todas esas organizaciones tenían hasta el momento de la operación un delegado en Bateragune. De esta forma, ETA se garantizaba el flujo de sus órdenes desde su cúpula al nuevo comité de dirección política, y de este a las distintas organizaciones de la izquierda abertzale radical representadas en ese órgano.

¿Y dónde quedaba Ekin? A pesar del evidente desplazamiento que sufre, el guardián de la doctrina continúa manteniendo su propia estructura y la Policía sospecha que participa en Bateragune como coordinador de las tareas que lleva a cabo ese comité director.

Así, dos de los detenidos en la operación de hace dos semanas, Arkaitz Rodríguez y Miren Zabaleta, ambos ya en prisión, actuarían como delegados de Ekin en el nuevo comité de dirección de la izquierda abertzale radical. Como comisarios políticos, entre sus funciones estaría la de actuar de correa de transmisión entre el aparato político de ETA y Bateragune. Precisamente, a la jefatura de ese aparato político pertenecía Aitor Elizaran, detenido el pasado lunes en la Bretaña francesa en poder de la parafernalia que la banda utiliza para emitir sus comunicados y conceder entrevistas a Gara.

Los delegados de Ekin coordinaban y hacían de correos con la banda

Desde la operación Lobo Negro, en la que 20 responsables de Ekin fueron detenidos en septiembre de 2000, y posteriormente juzgados dentro del sumario 18/98, Ekin ha estado a salvo de golpes policiales. Pero en agosto de 2008 se produjo una importante excepción: la Guardia Civil perseguía un grupo de kale borroka activo en Navarra y terminó dando con la estructura del comisariado político de ETA en la Comunidad Foral. Una de las detenidas en aquella operación resultó ser la jefa de Ekin en Navarra. Maider Caminos reconoció que practicaba la doble militancia propia de los integrantes de Ekin desde 2004.

De hecho, en el momento del arresto, Caminos se confesó jefa en Navarra de Ekin y describió sus funciones: "dinamizar" las distintas organizaciones de la izquierdaabertzale en realidad vigilar que no se desviasen de las consignas de ETA y poner en marcha iniciativas de "construcción nacional". También reveló una función que sorprendió a los investigadores: ayudar a los huidos a cruzar la frontera con Francia y ponerlos en contacto con ETA, sustituyendo así al desaparecido aparato de mugas de la organización terrorista.

Por lo demás, Ekin hacía coincidir su estructura con las cinco comarcas de la Comunidad Foral, mientras que en la capital, Pamplona, se subdividía en municipios aledaños y tres barrios de la ciudad. Sus responsables se reunían con Caminos cada dos o tres semanas y esta aprovechaba para trasladarles las instrucciones procedentes de ETA.

Tras la operación policial, está por saber si el nuevo modelo impuesto por ETA se mantendrá vigente y si Bateragune logrará renovar a sus integrantes y trabajar en laclandestinidad.

El primer movimiento público de la izquierda abertzale radical ha sido anunciar que las bases de Batasuna discuten sobre un documento que apuesta por "un proceso democrático que tenga como base la palabra y la decisión de la ciudadanía vasca". Ese proceso, dijo Batasuna desde Francia, se producirá "sin violencia ni injerencia externa". Un mensaje calcado al de la propuesta de Anoeta que presentó Otegi en noviembre de 2004 y que precedió al último proceso dialogado de fin de la violencia. Es el mismo proceso que rompió la organización terrorista unilateralmente, ignorando los avances conseguidos por Batasuna en las conversaciones de Loiola.