Este artículo se publicó hace 15 años.
Dormir la siesta no siempre es bueno para las mujeres mayores
Las mujeres mayores que tomanlargas siestas durante el día pueden estar frente aenfermedades subyacentes, según un estudio.
El equipo de la doctora Katie L. Stone, de CaliforniaPacific Medical Center, en San Francisco, detectó que lasmujeres mayores de 69 años que tomaban siesta de más de 3 horaspor semana eran más propensas a morir en 7 años que aquellasque dormían menos.
De todos modos, dijo Stone a Reuters Health, los resultadosno significan que dormir la siesta es malo para las adultasmayores.
"No estamos aconsejando que quienes se toman ese descansodejen de hacerlo", enfatizó.
Por otro lado, la autora agregó que alguien que sientesomnolencia diurna debería realizarse un chequeo médico paradescartar trastornos del descanso nocturno, como la apnea delsueño, que está asociada también con enfermedadescardiovasculares.
"No se trata sólo de molestar al esposo o a la esposadurante la noche. Existen algunas consecuencias para la salud",argumentó.
Estudios realizados sobre jóvenes saludables asociaron lassiestas con una reducción de la mortalidad, señaló el equipo;pero los participantes enfermos en esos estudios no obtuvieronel mismo beneficio.
Asimismo, como los adultos mayores duermen más siesta quelos jóvenes, poco se sabe sobre cómo ese hábito influye sobresu salud.
Para investigarlo, el equipo entrevistó a 8.101 mujeressobre los hábitos de siesta y sueño en general y las controlódurante 7 años.
Las mujeres que dijeron que dormían siesta todos los días-el 10,8 por ciento de todas las participantes-, eran mayores,menos saludables, más propensas a estar deprimidas y menospropensas a salir a caminar para hacer ejercicio, detalló elequipo en Journal of the American Geriatrics Society.
Tras considerar esos y otros factores importantes, elequipo volvió a observar que las mujeres que dormían siestadurante 3 horas o más por semana eran un 44 por ciento máspropensas a morir durante el período de seguimiento, un 58 porciento más propensas a morir por causas cardiovasculares y un59 por ciento más propensas a morir por causas que no fuerancardiovasculares ni oncológicas.
Esa relación se mantuvo en mujeres con salud relativamentebuena.
Por otro lado, las mujeres que dormían siesta tenían menosriesgo de desarrollar cáncer y aquellas que dormían siestamenos de 3 horas por semana no tuvieron un elevado nivel demortalidad.
Las mujeres que dormían 9 o más horas por día eran tambiénmás propensas a morir por cualquier causa, excepto de cáncer,que las mujeres que dormían menos horas.
Se desconoce por qué dormir siesta estaría asociado con lamortalidad, dijo el equipo, que sostuvo que varias enfermedadesasociadas con la somnolencia diurna, como la apnea del sueño,los problemas cardíacos y los trastornos neuropsiquiátricos,también elevarían la tasa de fallecimiento.
Asimismo, el despertar de una siesta puede aumentar lapresión sanguínea y la frecuencia cardíaca y así elevar laprobabilidad de sufrir infartos, agregaron los investigadores.
Stone recomendó que si una persona siente somnolenciadiurna, en especial si sabe que padece algún trastorno delsueño, debería consultar a un médico. Dijo que existentratamientos disponibles para varios de esos trastornos,incluida la apnea del sueño.
FUENTE: Journal of the American Geriatrics Society, online10 de febrero del 2009.
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