Este artículo se publicó hace 16 años.
División entre los países y leve optimismo en la negociación para salvar Doha
Los países de la OMC mostraron hoy que siguen divididos, frente a las propuestas que hay sobre la mesa para un acuerdo que salve la Ronda de Doha sobre la liberalización comercial, aunque al final del día mostraron algo más de optimismo tras una discusión sobre el sector de servicios.
La treintena de ministros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se reunieron hoy por sexto día para negociar un pacto que desbloquee la Ronda de Doha, mostraron reacciones dispares sobre la última propuesta que incluye cifras concretas para la apertura de mercados agrícolas e industriales.
Se trata de un proyecto presentado por el director de la OMC, Pascal Lamy, que plantea una reducción de los subsidios que dan los países desarrollados a su agricultura y que "distorsionan el comercio", así como recortes arancelarios en los mercados agrícolas e industriales.
En el caso de los subsidios, la reducción sería del 70% para EEUU y del 80% para la UE, pero en la práctica, según fuentes europeas, la rebaja a los subsidios europeos afecta sólo a una parte, porque muchas ayudas no se consideran distorsionadoras, al no estar ligadas a la producción.
De los socios de la OMC, muchos países estiman que la propuesta de Lamy no es perfecta pero puede propiciar que las negociaciones vayan hacia un acuerdo.
Aparte, los países celebraron una conferencia sobre servicios, de la que tanto la UE, como EEUU y la India salieron con un ligero optimismo, porque este sector es muy importante para que salga de la reunión maratoniana un pacto que desbloquee la llamada Ronda de Doha sobre la liberalización comercial mundial.
El ministro de Comercio indio, Kamal Nath constató el "progreso" y declaró que la conferencia sobre servicios ha sido "un buen signo", que incrementa las posibilidades de un acuerdo sobre Doha.
Ya dentro de la propuesta de Lamy, las reacciones fueron algo más críticas que las suscitadas anoche, cuando una mayoría de países excepto India, Argentina y Suráfrica dieron una opinión positiva sobre el texto.
Hoy, por ejemplo varios ministros de los países de la UE mostraron su desacuerdo con la propuesta, entre ellos Francia, Lituania, Hungría, Italia o Irlanda.
España "se ha reservado" su posición porque considera que quedan "flecos" para poder conseguir un acuerdo final, según ha declarado a Efe la secretaria de Estado de Comercio, Silvia Iranzo.
Los negociadores de la UE, el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, y la comisaria europea de Mariann Fischer Boel, estiman que el texto de Lamy es una buena base, aunque trabajarán en mejorarla, en cuestiones como contraprestaciones en mercados industriales o denominaciones de origen.
Más optimista, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, afirmó que hace algunos años "nadie se hubiese imaginado que llegaríamos en agricultura a donde hemos llegado", en referencia a la propuesta negociadora y cifró en 65% las posibilidades de que termine con éxito la reunión.
Brasil ha mantenido una reunión bilateral con el canciller de Argentina, Jorge Taiana, considerada importante, porque los argentinos figuran entre los que más pegas han puesto al texto de Lamy, por sus reticencias a la apertura de mercados industriales.
Las negociaciones continuarán mañana, cuando se espera que Lamy presente una nueva propuesta que recoja todo el baile de números que circulan en estas complicadas tratativas.
Entre las cuestiones pendientes, figuran precisiones sobre los productos que deben estar más protegidos de la liberalización, en agricultura y mercados industriales, los subsidios al algodón, cuantiosos en EEUU y mecanismos de salvaguarda frente a las importaciones agrícolas masivas.
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