Diez muertos y 23 heridos al estallar un coche bomba en Irak

Un coche bomba dirigido contra la policía que protege la industria petrolera del norte de Irak causó 10 muertos y 23 heridos el miércoles, informaron las autoridades, en el último ataque de alto perfil en el país.

Las víctimas fueron apiladas en un camión policial y los oficiales que viajaban con los muertos y heridos dispararon al aire para despejar el tráfico, dijo un testigo de Reuters.

La policía inicialmente dijo que la explosión había sido causada por un suicida.

Pero algunos ahora creen que los autores pudieron haber detonado un vehículo cargado con explosivos que tenía como objetivo un autobús que transportaba a la policía en la ciudad de Kirkuk, ubicada 250 kilómetros al norte de Bagdad.

La ciudad rica en petróleo se la disputan árabes, turcos y kurdos, ya que la consideran su capital ancestral.

Al Qaeda ha explotado las disputas territoriales en el norte de Irak para no perder su efectividad mientras la violencia ha caído en todo el país. El grupo islámico suní y otros milicianos logran esconderse en regiones remotas fuera de las ciudades del norte de Irak.

La industria petrolera iraquí es particularmente vulnerable a los ataques, dado que la casi totalidad de los ingresos del país se deben a las vastas reservas de crudo, las terceras más grandes del mundo. La infraestructura petrolera no sufrió daños por la explosión.

La mayoría de los ataques en el norte de Irak ocurren en la ciudad de Mosul, donde un coche bomba el viernes dejó dos policías iraquíes y cinco soldados estadounidenses muertos.

Una serie de ataques de alto perfil en Bagdad en el mismo período condujo a algunos analistas a señalar posibles motivos políticos.

El país tiene unas elecciones nacionales programadas para diciembre, y los consejos provinciales ultiman nuevas coaliciones y eligen a nuevos gobernadores tras los comicios locales de enero.

En ellos, los aliados del primer ministro, Nuri al Maliki, salieron victoriosos sobre una plataforma defensora del orden.