Este artículo se publicó hace 13 años.
"El Cuco" estaba "enamorado, obsesionado o encaprichado" con Marta, según amigos de ambos
El menor de edad apodado "el Cuco", juzgado por la violación y asesinato de Marta del Castillo, estaba "enamorado, obsesionado o encaprichado" con la víctima e iba mucho a buscarla, según han dicho hoy al juez amigos de ambos.
En la sexta jornada del juicio contra "el Cuco" en el Juzgado de Menores de Sevilla ha declarado hoy además la madre de la mejor amiga de la joven, quien ha dicho que se temió lo peor cuando a las cinco de la madrugada siguiente a la desaparición llegó al piso del asesino confeso, que tenía "un fuerte olor a lejía y estaba demasiado ordenado", y su hermano le negó que conociese a la víctima.
Dos amigos comunes han declarado al juez que Javier G.M., apodado "el Cuco", estaba "obsesionado, enamorado o encaprichado" con Marta, si bien otros testigos han calificado su relación como normal y fuentes de la Fiscalía han matizado que se trataba de "adolescentes con relaciones distintas" al concepto de los adultos.
Otro de los jóvenes ha afirmado que hacia la 01:30 horas en la madrugada del 25 de enero de 2009 llamó a "el Cuco" al móvil para que se uniese a la búsqueda de Marta y le notó con voz adormilada, lo que invalidaría la acusación de que a esa hora estaba participando en la operación para deshacerse del cadáver.
Sin embargo, fuentes de la acusación que ejercen los padres de Marta se han preguntado cómo, si era tan amigo de Marta, fue capaz de acostarse pese a que desde las 00:10 horas sabía que Marta había desaparecido.
Abogados personados en el juicio, que se celebra a puerta cerrada, han destacado de los testimonios oídos hoy el hecho de que Samuel Benítez, que se enfrenta a ocho años de cárcel como cómplice en el juicio a los mayores de edad, se unió tarde a las labores de búsqueda y que iba vestido con un suéter ligero pese a tratarse de una noche muy fría.
Los primeros jóvenes citados hoy estuvieron con Marta, Miguel y "el Cuco" en una plaza hasta las 18:30 horas del 24 de enero de 2009, pero ninguno de ellos ha recordado detalles de la conversación y solo uno relató que Marta les anunció que iba a ver una restauración en la imagen del Cristo de las Tres Caídas de la hermandad de la Esperanza de Triana.
Otros dos chicos que participaron en las primeras labores de búsqueda han dicho al juez que hacia las dos de la madrugada acudieron al piso de la calle León XIII de Sevilla, donde supuestamente murió Marta, levantaron las persianas del salón desde la calle y vieron que dentro estaba oscuro y en silencio.
Al comprobar que no había nadie, no levantaron las persianas del dormitorio principal para no molestar a sus ocupantes, según los jóvenes.
La única persona adulta que ha declarado hoy es Susana García, madre de la mejor amiga de Marta, que ha explicado las labores de búsqueda de la joven la misma noche de su desaparición y ha asegurado que, a las cinco de la madrugada, el piso olía "demasiado a limpio", tenía "un fuerte olor a lejía" y estaba "demasiado ordenado".
Ha asegurado que "se temió lo peor" porque el hermano del presunto asesino, Francisco Javier Delgado, primero le negó por teléfono conocer a Marta y, después, cuando ella llegó al piso le dijo que aquella noche no la había visto.
La testigo ha asegurado que desde el primer momento sospechó del asesino confeso, Miguel Carcaño, que "nunca debió agregarse" a la pandilla de Marta y su hija.
Era una pandilla "buena, consolidada, donde los padres nos conocíamos", ha dicho Susana García, que por ello ha lamentado el "maldito momento" en que el presunto asesino y sus cómplices se unieron a ella.
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