Este artículo se publicó hace 16 años.
Concluye la Cumbre de Poznan con ayudas de adaptación que no gustan en los países pobres
La Cumbre del Clima de Poznan concluyó esta madrugada con pocos acuerdos importantes, salvo el impulso dado a las ayudas destinadas a los países pobres para hacer frente a los efectos del cambio climático, que sin embargo han decepcionado a los receptores por su escasa cuantía.
Los documentos de trabajo que salen de Poznan mantienen la referencia introducida en la conferencia de Bali (Indonesia) del pasado año sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de entre un 25 y un 40 por ciento para los países industrializados.
Además, se incluye por primera vez la posibilidad de que las naciones en desarrollo también las limiten entre un 15 y un 30 por ciento.
El acuerdo para hacer operativo el fondo de adaptación ha sido unánime y gracias a él los países pobres, especialmente los más vulnerables, podrán poner en marcha a partir de mediados del próximo año proyectos para minimizar los efectos del cambio climático en sus territorios, como construcción de diques, playas artificiales, centros de alerta meteorológica o pozos.
La activación de este instrumento financiero, previsto en el Protocolo de Kioto, es posible gracias a que los países podrán acceder directamente a las ayudas al dejar de ser el Banco Mundial el gestor de las mismas, lo que había sido un obstáculo por la excesiva burocratización de este órgano.
La unanimidad se rompió al rechazar los países donantes (industrializados) el incremento del fondo, que estará dotado con entre 80 y 300 millones de dólares anuales.
Este punto fue ampliamente contestado por Estados como China, India, Pakistán, Sudáfrica, Colombia, Costa Rica, Brasil, Bolivia y Maldivas, cuyos delegados tomaron la palabra en el plenario para manifestar su frustración y decepción por la falta de generosidad de los países ricos.
El representante indio calificó de vil la negativa a incrementar la dotación del fondo y lamentó que en Poznan no se diese respuesta a las "señales claras" que esperaba la sociedad para salvar al Planeta del cambio climático, una "tragedia humana aterradora" para muchos países pobres.
Se inicia ahora el camino hacia la Cumbre de Copenhague, para la que quedaban exactamente en el momento de la clausura 352 días, 6 horas y 59 minutos según señalaba el reloj del Plenario.
En esa cita, los más de 190 países de la Convención de Naciones Unidas sobre el cambio climático deberán ponerse de acuerdo para adoptar un nuevo régimen climático que sustituya al Protocolo de Kioto, cuando acabe su periodo de aplicación en el año 2012.
Al objeto de alcanzar el éxito se ha fijado un calendario para el próximo año, que incluye cuatro reuniones antes de la cita danesa.
La primera se celebrará en marzo en Bonn (Alemania) y se espera que de ella salga un documento de negociación.
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