Este artículo se publicó hace 13 años.
Los casos de Van Nistelrooy y el peruano Farfán avivan el debate sobre los contratos
Los casos del holandés Ruud Van Nistelrooy y del peruano Jefferson Farfán, jugadores del Hamburgo y del Schalke, respectivamente, han reavivado en el fútbol alemán el debate sobre la vigencia de los contratos de los jugadores.
Van Nistelrooy quisiera marcharse del Hamburgo. O, mejor, quisiera volver al Real Madrid, que también ansía su regreso. Sin embargo, el goleador holandés es lo suficientemente inteligente para decir que él no es libre de decidir -tiene contrato en vigor- y que todo depende de un acuerdo entre los dos clubes.
El caso Van Nistelrooy surge justamente en momentos en que en la Bundesliga hay una discusión sobre el respeto a los contratos vigentes, motivada en parte por la situación de Farfán, que quería marcharse del Schalke, nadie sabe adónde, y del senegalés Demba Bá, que quería dejar el Hoffenheim para irse al Stoke City donde no pasó el reconocimiento médico.
Ottmar Hitzfeld, que observa y comenta el fútbol alemán desde la serenidad que le da su cargo de seleccionador suizo y con la autoridad que le conceden los éxitos pasados, ha fijado un protocolo que, según él, se debe seguir en caso de que un jugador quiera rescindir su contrato para ser traspasado.
"El primer interlocutor es el club con el que debe buscar un acuerdo. Si el club dice que no, el asunto tiene que ser archivado", dijo Hitzfeld. Interrogado acerca de si tenía sentido para un club mantener a un rebelde descontento en las propias filas, Hitzfeld recomendó para esos casos medidas draconianas.
""Si el jugador no muestra el profesionalismo debido, entonces se le saca de las convocatorias y después de un par de semanas en la tribuna normalmente todos vuelven arrepentidos y plenamente identificados con el club", opinó Hitzfeld.
A veces, ni siquiera hace falta enviar al jugador a la tribuna. Ese fue el caso de Farfán que, tras volver tarde sus vacaciones y habiendo anunciado desde Perú que sólo volvía para darse de baja, se encontró con su entrenador Felix Magath que, tras imponerle una multa de 25.000 euros, lo puso a "recuperar el tiempo perdido en los entrenamientos".
Las fotos de Farfán, con cara de sufrimiento y haciendo ejercicios con un balón medicinal, aparecieron en casi todos los medios alemanes, como si debieran servir de escarmiento a otros jugadores con ánimos de emigrar.
Además, Magath le echó a Farfán la plantilla encima al decir que esperaba que sus compañeros le dijeran "algunas palabras" sobre su comportamiento. De momento, Farfán no se ha ido a ninguna parte y parece que se está comportando ejemplarmente desde su regreso.
El caso de Demba Ba es casi trágico. Por segunda vez, trató de forzar su salida del Hoffenheim. El mecenas del club, Dietmar Hopp, dijo que, después de todo lo que había pasado, era impensable que Ba volviera a jugar con el Hoffenheim. "Si nosotros queremos los próximos seis meses no jugará en ninguna parte", le amenazó.
Al final, se llegó al acuerdo con el Stoke City. Ba viajó a Inglaterra y, tras el reconocimiento médico, tuvo que volver. El Hoffenheim ha anunciado que regresará a los entrenamientos pero con el segundo equipo.
El director deportivo del Werder Bremen ha apelado a todos los clubes de la Bundesliga para que no fichen a Ba. "Aunque me garantizará 30 goles por temporada no lo ficharía", dijo Allofs que considera que los clubes deben solidarizarse entre ellos ante jugadores que no se toman en serio sus compromisos contractuales.
Hopp, por su parte, ha señalado que hay también ejemplos de jugadores que cambian de club, con contrato vigente, siguiendo el protocolo debido y mencionó el caso del brasileño Luiz Gustavo, que acaba de ser traspasado del Hoffenheim al Bayern.
Magath ha calificado ciertos comportamientos de inaceptables, pensando no sólo el caso de Farfán sino también en el caso de Ba en Hoffenheim.
"No puede ser que un jugador salga por libre a decir que, aunque tiene contrato vigente, ahora va a hacer otra cosa porque le apetece", dijo Magath.
Ese no ha sido el caso de Van Nistelrooy que ha logrado hacer un acto de equilibrismo y ha expresado su deseo de marcharse, a la vez que ha reiterado que tiene un compromiso con el Hamburgo.
El Hamburgo no quiere la marcha de Van Nistelrooy en un momento en que sus otros dos delanteros, Paolo Guerrero y Mladen Petric, están lesionados, y además ha expresado su malestar por el hecho de que la historia haya empezado a circular sin que el Real Madrid haya preguntado oficialmente por el jugador. Eso, sin duda, no facilita las negociaciones.
Rodrigo Zuleta
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