La actriz Carmen Maura, ganadora hoy de un César a la mejor actriz de reparto por su interpretación en "Les femmes du 6e étage", de Philippe Le Guay, sostuvo que se toma este premio como un regalo, "sobre todo" porque sabe que en España "van a estar muy orgullosos" de que lo haya conseguido.

Se trata de la segunda vez que optaba al máximo galardón del cine francés, tras su nominación también como mejor actriz secundaria en 1996 por "Le bonheur est dans le pré", de Etienne Chatiliez, y pese a su larga trayectoria, no pudo evitar ponerse especialmente nerviosa en el escenario.

"No podía creérmelo, en los premios en España nunca me pongo así, no me lo esperaba para nada", dijo a EFE poco después de recibirlo, indicando que aunque este galardón no supone su consagración en la cinematografía gala, deja claro que en Francia ya se la quiere "un poco".

Recibe este premio, aseguró, como un reconocimiento a los 20 años que lleva trabajando en el país, donde según añadió después en la sala de prensa, ha "aprendido a conocer a la gente del cine" y es un lugar en el que le encanta rodar para poder hablar francés.

"He aprendido a conoceros. Somos muy diferentes, pero os conozco, me he acostumbrado, no me afecta si me encuentro con alguien muy estresado", bromeó ante la prensa francesa, en un discurso en francés en el que se le colaron palabras en castellano.

Maura, que dice que en estas dos décadas en Francia tiene ya la confianza suficiente para rodar ahí, llegó a la ceremonia directamente desde Deauville, donde trabaja a las órdenes de Jérôme Enrico en la película "Paulette", una comedia "muy divertida".

El interés de su comparecencia estuvo centrado también en su relación actual con el director Pedro Almodóvar, con el que dijo que ha pasado "momentos maravillosos", pero con el que no sabe si va a volver a rodar.

"Hemos hecho juntos siete películas, supongo que es suficiente. Con la edad siento que todas las actrices quieren trabajar con él, prefiero trabajar en cosas que la gente no quiere", indicó la madrileña.

"Trabajé en "Volver" (la última vez) y la relación fue fácil, como en los primeros tiempos, pero no somos muy amigos ahora, creo que él también quiere trabajar con otras actrices", concluyó en esa intervención.

La estatuilla del César, dijo a EFE, pesa tanto como los Goya, premios cuya última gala siguió desde París a través del ordenador "a trancas y barrancas" por problemas de conexión, y de la que dijo que lo que más le llamó la atención fue "lo guapas que estaban todas las chicas".

En una buena noche hoy también para el cine español, deseó además que esta se repita el domingo en la ceremonia de los Óscar, en la que dijo creer que "Chico & Rita", cinta de Javier Mariscal y Fernando Trueba que opta a la mejor película de animación, "puede salir".