Este artículo se publicó hace 9 años.
Calentón del torero 'Joselito' contra Carmena por retirar la subvención a la escuela de tauromaquia
El diestro acusa a la alcaldesa de querer cerrar de manera "dictatorial y cínica" el centro. Es "un atropello y un abuso de autoridad", según José Miguel Arroyo
MADRID.- El torero retirado y codirector de la Escuela de Tauromaquia de Madrid José Miguel Arroyo, Joselito, acusa a la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, de querer cerrar de manera "dictatorial y cínica" una institución en la que "desde hace casi cuarenta años se forman toreros y personas sobre profundos valores éticos".
En una entrevista con Efe, el diestro madrileño se refiere así a la decisión del gobierno municipal de Ahora Madrid de retirar en junio de 2016 la subvención de 61.200 euros que el ayuntamiento concedía a este centro, que les fue comunicada el pasado miércoles por la concejala de Cultura, Celia Mayer. Su partido es contrario al maltrato animal, y aunque Carmena ha dejado claro que no tiene previsto prohibir los eventos taurinos, el nuevo Consistorio tampoco tiene intención de seguir subvencionando este tipo de actividades.
"Porque les da la gana, esta gente nos quita de un plumazo la subvención y nos quiere echar de la Venta del Batán, donde la escuela lleva instalada treinta años", explica, a pesar de que las decisiones sobre las partidas de dinero público en el ámbito municipal dependen directamente del Consistorio. Para él, en cambio, la decisión representa "un atropello y un abuso de autoridad más propio de una dictadura que de quienes dicen ser progresistas, amantes de las libertades y defensores de las minorías".
Sobre la también prohibición expresa del nuevo ayuntamiento de que se lidien reses en dicho recinto de la Casa de Campo para evitar el maltrato animal, el torero madrileño argumenta que "primero habría que ver lo que cada uno entiende como maltrato".
Para el diestro, el toreo "nada tiene que ver con maltratar animales ni con la violencia"
"Porque a mí -continúa- me puede parecer maltrato tener un perro encerrado en una casa de cincuenta metros cuadrados durante toda su vida. Esa es sólo una excusa barata para echarnos de allí, porque hace ya mucho tiempo que en la placita del Batán no se ha soltado una sola becerra, ni para tentaderos ni para clases prácticas".
En ese sentido, Joselito confirma que los alumnos de la Escuela sólo torean reses en las ganaderías y en las plazas donde actúan, "entre otras cosas porque, con esa subvención tan rácana, no tenemos presupuesto para llevarlas al centro. Así que como no maltratemos a los carretones del entrenamiento..."
Para el codirector de la Escuela Taurina todo se trata de "una cacicada, de un enorme ejercicio de cinismo de la alcaldesa Carmena y de su gente, ya que, aparte de actuar como dictadores, también nos han mentido: alegaron que tenían que tomar la medida porque estaba incluida en su programa electoral y eso es absolutamente falso, ya que en el texto no hay referencia alguna ni a la escuela ni a la tauromaquia".
"Lo que más me molesta -añade José Miguel Arroyo- es que encima nos quisieran tomar por tontos y nos dijeran muy dulcemente que no tenían nada contra los toros, ni Celia Mayer, que llegó a confesarnos que había tenido un amigo novillero, ni otro de los miembros del equipo, que presumía de tener una familia muy taurina".
A medida que avanza la entrevista, Joselito, que fue una de las primeras figuras del toreo de los años noventa y surgió precisamente de estas mismas aulas, se adentra en cuestiones que van más allá de la política y siempre desde su extrema experiencia personal.
"Dada la corriente animalista que provoca todo esto -matiza- hay que dejar claro que en las escuelas taurinas se enseña el oficio del toreo, que nada tiene que ver con maltratar animales ni con la violencia, como creen algunos. Pero sobre todo se enseña a ser persona, a base de inculcar muchos de los valores que ahora tanto se echan en falta en la sociedad".
De hecho, el propio Joselito se pone como ejemplo, "porque a mí la Escuela Taurina de Madrid me sacó de la calle y evitó que cayera en el pozo de la delincuencia y de la droga al que estaba condenado por mi contexto social. Más que hacerme torero, mis maestros me salvaron como persona".
Según el torero del barrio madrileño de La Guindalera, la mayoría de los alumnos que han pasado por esta escuela pertenecen "a la clase media baja, son hijos de familias humildes, incluso inmigrantes latinoamericanos, y no de una élite, como esta gente pueda pensar. Por eso precisamente deberían ser beneficiados por una política de izquierda como la que ellos dicen que hacen".
"Claro que de izquierdas y verdadero defensor de las libertades -continua su argumentación Joselito- era Tierno Galván, el alcalde de Madrid que amparó esta escuela taurina en sus comienzos y que ahora se echaría las manos a la cabeza viendo lo que están haciendo los políticos de Ahora Madrid".
"Pero que nadie se alarme, porque la Escuela Taurina de Madrid va a seguir adelante. Lo primero que nos enseñaron nuestros maestros es a no rendirnos nunca".
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