Este artículo se publicó hace 13 años.
Cae un clan familiar que amasó una fortuna blanqueando dinero del robo de coches
Los Mossos d'Esquadra han detenido a siete integrantes de un clan familiar acusado de blanquear grandes cantidades de dinero con el tráfico ilícito de coches, lo que les permitió amasar una fortuna con la que compraron coches de lujo, embarcaciones y 28 inmuebles valorados en cinco millones de euros.
Según ha informado hoy la policía catalana, la operación, denominada Bretanya II, ha permitido detener a siete integrantes de este clan familiar por un delito de blanqueo y embargar de forma preventiva bienes muebles e inmuebles por un valor superior a los cinco millones de euros.
Los siete detenidos, todos ellos de nacionalidad española, están acusados de crear una compleja estructura mercantil al servicio de las actividades delictivas que llevaban realizando desde hacía años.
En una primera etapa del blanqueo de dinero, la organización utilizaba la cobertura de una empresa dedicada a la compraventa de vehículos, que les servía para manipular la documentación y vender coches que habían sido previamente robados.
De esta forma, tras robar un vehículo, lo almacenaban en locales durante el tiempo necesario hasta que localizaban y compraban un coche de las mismas características que estuviera a punto de ser declarado siniestro total, para así poder hacer el cambio del número de bastidor, de matrícula y de la documentación.
La red disponía de varios talleres y naves industriales en la comarca barcelonesa del Anoia, donde borraban las marcas que podían demostrar que el turismo había sido robado y lo dejaban a punto para ser vendido a precio de mercado a personas que desconocían este proceso fraudulento.
Los grandes beneficios obtenidos con este método eran blanqueados a través de empresas mercantiles controladas por el grupo familiar, que los invertía en negocios relacionados con el mercado inmobiliario, para así llevar a cabo una segunda fase del lavado de dinero.
En concreto, el grupo disponía de más de diez sociedades, con las que compraron al menos 28 inmuebles, de los que dos están ubicados en la zona residencial de Punta Cana, en República Dominicana.
Además de los inmuebles, la policía ha embargado al grupo vehículos de gama alta, dinero en efectivo y embarcaciones marítimas de recreo.
El clan familiar logró enriquecerse de tal forma que por ejemplo una de sus integrantes, ahora detenida, que declaraba unos ingresos de 20.000 euros anuales, tenía un patrimonio acumulado de dos millones de euros.
La operación policial, dirigida por el juzgado de instrucción número 24 de Barcelona, sigue abierta, ya que no se descarta que pueda haber más detenciones.
Los detenidos tienen entre 23 y 49 años de edad y son vecinos de La Torre de Claramunt (Barcelona) -cuatro de ellos-, Cabrils (Barcelona) -uno-, y Altafulla (Tarragona) -dos.
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