Este artículo se publicó hace 7 años.
Bruselas abre una investigación en profundidad sobre la compra de Monsanto por Bayer
La Comisión Europea sospecha que la adquisición podría incrementar los precios y reducir la calidad, la innovación y la libertad de elección en los mercados de pesticidas, semillas y el de propiedades de plantas
Bruselas-
La Comisión Europea ha anunciado este martes la apertura de una investigación en profundidad para analizar si la compra de Monsanto por parte del grupo químico y farmacéutico alemán Bayer cumple con la legislación comunitaria y si la transacción reduciría la competencia en mercados como el de los pesticidas o las semillas.
En un comunicado, Bruselas ha destacado que la operación crearía la empresa integrada más grande del mundo en los mercados de los pesticidas y semillas. En concreto, combinaría "dos competidores con carteras líderes en herbicidas no selectivos, semillas y propiedades y agricultura digital".
Además, el Ejecutivo comunitario ha subrayado que esta adquisición tendría lugar en un mercado que "a escala global ya está concentrado, como ilustra las fusiones recientes entre Dow y Dupong y Syngenta y ChemChina".
En concreto, Bruselas sospecha que la adquisición podría incrementar los precios y reducir la calidad, la innovación y la libertad de elección de una serie de mercados. Entre las dudas "preliminares" se encuentran los efectos sobre los mercados de pesticidas, semillas y el de propiedades de plantas, como altura o tolerancia a herbicidas, que pueden ser desarrolladas en laboratorios.
La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha señalado que se trata de productos que son "esenciales" para los agricultores y los consumidores. "Necesitamos asegurar una competencia efectiva de forma que los agricultores puedan tener acceso a productos innovadores, mejor calidad y también a comprar productos a precios competitivos", ha indicado la danesa.
"Y al mismo tiempo, mantener un entorno en el que las compañías puedan innovar e invertir en productos mejorados", ha añadido Vestager.
Principales preocupaciones
Con respecto a los pesticidas, la Comisión ve problemas en que Bayer produzca glufonisato de amonio, uno de los pocos herbicidas no selectivos que son una alternativa al glifosato, producido por Monsanto. La evaluación preliminar de Bruselas ha determinado que existe un número "limitado" de competidores en este campo capaces de descubrir nuevos ingredientes activos y desarrollar nuevas formulaciones.
Asimismo, el Ejecutivo comunitario investigará las actividades de Monsanto en productos pesticidas biológicos que compiten con la cartera de Bayer en productos pesticidas químicos, así como el solapamiento de las actividades en productos que combaten el ácaro Varroa, un parásito que afecta a la colonia de abejas en Europa.
En relación al sector de las semillas, la Comisión Europea afirma que ambas sociedades tiene una "alta cuota combinada" en una serie de mercados de semillas vegetales, en el que algunos de sus productos compiten entre ellos. También resalta que las dos empresas son "importantes" propietarios de patentes de semillas de algodón para competidores en Europa e invierten en investigación y desarrollo de programas para trigo.
Por último, el Ejecutivo comunitario señala que Monsanto tiene una posición dominante en varios mercados mundiales de desarrollo de características de plantas en laboratorio. Bayer, añade, es uno de sus pocos competidores en este campo y ha desarrollado propiedades de tolerancia a herbicidas alternativas a las de Monsanto, por lo que estudiará si la compra reduciría la competencia.
Promesas que no han convencido
Tanto Bayer como Monsanto han presentado una serie de compromisos a la Comisión Europea desde que la transacción fue notificada el pasado 30 de junio. No obstante, Bruselas considera que son "insuficientes" para "descartar con claridad sus serias dudas sobre la compatibilidad" de la misma con la regulación europea.
El Ejecutivo comunitario ha indicado además que, dado el enfoque mundial de las actividades de las dos compañías, está cooperando con otras autoridades de competencia, como las de Estados Unidos, Australia, Brasil, Canadá y Sudáfrica.
La Comisión Europea dispone ahora de 90 días laborables, hasta el 8 de enero de 2018, para tomar una decisión al respecto, aunque ha subrayado que la apertura de la investigación en profundidad no prejuzga el resultado final de la misma.
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