Este artículo se publicó hace 13 años.
El Banco de España pide a las empresas que bajen sueldos
Los beneficios societarios están un 23,5% por debajo del nivel precrisis
El Banco de España volvió a aferrarse ayer al liberalismo puro como receta para salir de la crisis, ahora que ha vuelto a arreciar. Bajar salarios para que se cree empleo. Ese fue el mensaje del director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, que considera que, si bien el sector público está haciendo sus deberes, "la moderación salarial del sector privado es insuficiente para frenar la sangría de destrucción de puestos de trabajo de las empresas".
Abrazado al fantasma de Adam Smith, Malo de Molina pidió "políticas de oferta", es decir, que contribuyan a mejorar los márgenes empresariales para promover la inversión y la creación de empleo. Un pensamiento en las antípodas de los que creen que lo que se necesita son políticas de demanda, es decir, al menos mantener la capacidad adquisitiva del trabajador porque es él quien, consumiendo, tira de la economía y ayuda a generar empleo.
Sin embargo, para el Banco de España, como para la mayoría de las instituciones y poderes, el dilema del trabajador-consumidor no existe, ni siquiera ahora que este no puede acudir al banco y consumir a base de crédito lo que no logra con ingresos propios. Según Malo de Molina, el consumidor que sacará al país de la crisis es de otro país y, por eso, hay que lograr ser más baratos que los demás.
"La recuperación debe asentarse en una mejora de la competitividad", explicó el director general. Las exportaciones ya funcionaron el año pasado, recordó. "En 2010, se produjo cierta recuperación", sobre todo en la industria, por este motivo pero, "en 2011, se ha vuelto a una caída de los resultados", comentó en la presentación de los datos de la Central de Balances, que recoge la evolución de las empresas españolas.
Los gastos de personal cayeron en 2010 (-0,4%) pero a septiembre de 2011 recuperaron la senda de crecimiento (+0,5%). No fue porque se crease empleo. En realidad no ha dejado de destruirse, con caídas del 4,9% en 2009, del 1,2% en 2010 y del 0,6% en lo que va de 2011. El motivo hay que buscarlo en los costes por trabajador. Crecen menos (0,8% en 2010 frente al 3,8% en 2007) pero crecen.
Sin embargo, no sólo los salarios están tras la reducción de márgenes de las empresas. Los gastos financieros, que crecieron un 1,5% en 2010, han aumentado un 10,3% en los tres primeros trimestres de este año. ¿Ha abierto el grifo la banca? No. Las empresas no están endeudándose más. Al contrario, ya están dando pruebas claras de reducir sus niveles de deuda, constató ayer el Banco de España. Son los gastos por intereses los que han crecido un 11,3% en los tres primeros trimestres afectados por el encarecimiento galopante de la deuda pública por el ataque que sufre el euro. Tampoco ha ayudado este año la decisión del ya expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Jean-Claude Trichet de subir hasta en dos ocasiones los tipos de interés oficiales.
Consecuencia de la reducción de márgenes y de que las empresas ya no disponen de extraordinarios que vender como hicieron en 2010 sino que, al contrario, registran minusvalías en sus inversiones, el resultado neto de las empresas ha vuelto a caer este año (-2,9%), después de haber crecido un 9,4% en 2010. Esta nueva contracción se da cuando dichos resultados están "un 23,5% por debajo del nivel de antes de la crisis".
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