Este artículo se publicó hace 16 años.
El autor del informe "nunca en la vida" vio bórico en explosivos
Fue una de las observaciones retiradas por sus superiores, al considerarla un «disparate».
Más de tres horas declaró este miércoles el primer testigo del juicio del ácido bórico. Su testimonio es fundamental para las acusaciones, porque sin él no habría habido caso y mucho menos vista oral. Es el facultativo o analista de la Policía Científica Manuel Escribano, quien hizo el informe en el que se relacionaba ETA con el 11-M a partir del hallazgo de ácido bórico en el domicilio en Lanzarote de Hassan el Haski en diciembre de 2004 y en un piso franco de ETA en Salamanca en 2001.
En su declaración, ha insistido en que actuó en defensa de la “verdad” y para que el instructor de los atentados de Madrid tuviera todos los datos. Con este argumento justificó su negativa a quitar las observaciones incluidas en su informe cuando se lo ordenaron sus superiores, la cúpula de la Policía Científica acusada en el proceso.
Después de que le interrogaran el fiscal y las partes, preguntó el presidente del tribunal, Alberto Jorge Barreiro. El testigo había dicho, siempre que le fue posible, que tenía una experiencia de 36 años en realizar análisis policiales. Por eso la pregunta del magistrado tenía aún mayor importancia. Quiso saber si en algún caso había encontrado ácido bórico utilizado como conservante o para enmascarar explosivos, como hizo constar en las observaciones de su informe. “Nunca en la vida”, respondió sin dudar.
En el polémico documento lo citaba como su posible aplicación. A continuación, añadía la posibilidad de que “los autores de estos hechos (ETA, El Haski y un joven antisistema, a los que vincula por encontrárseles ácido bórico) estén relacionados entre sí o hayan tenido un mismo tipo de formación”.
Su superior, Francisco Ramírez, le pidió, tras consultarlo con el número dos de la Policía Científica, Pedro Mélida, que retirara esas observaciones. El jefe de la Unidad de Análisis, José Andradas, declaró que hacer constar algo semejante en un informe policial “por las notas de un señor” es “un disparate científico y un disparate policial”, porque “el ácido bórico es totalmente inocuo en el tema de explosivos”.
“Nunca hemos recuperado ácido bórico de explosivos”, agregó. Las “notas” a las que se refería el acusado eran las “fichas” que hacía el propio Escribano. Unas notas que, según él, “causaban mucha envidia”. Al menos admitió que “sería demasiado pedante” decir que “su taquilla era la mejor base de datos de la Policía Científica”, como le preguntó una de las acusaciones.
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