Este artículo se publicó hace 15 años.
Una asesora de Gordon Brown pierde una mochila con sus secretos de maquillaje
Una asesora de Gordon Brown se olvida en un taxi una mochila con los secretos de maquillaje del 'premier', mientars que el Gobierno laborista tiene que pedir disculpas por las cuentas de gastos de sus diputados
A un año de las elecciones generales todo se le vuelve negro a Gordon Brown. Ya no es que los laboristas aparezcan hundidos en las encuestas desde el otoño pasado, ni que la crisis económica haya hecho mella en la reputación del Gobierno. La filtración a la prensa de las cuentas de gastos de los diputados ha sumido al Ejecutivo en una crisis que se cuenta por portadas de periódicos. La mayoría de ellas, con una foto de Brown en primera pidiendo perdón por esto y aquello.
Por si no le quedaba nada por ver, este lunes, el sensacionalista The Sun le cuenta a los británicos los secretos de maquillaje de su líder político. No es de extrañar que con la afición que está mostrando la clase política británica a dejarse documentos secretos olvidados en sitios públicos, The Sun se hiciera con el manual de maquillaje del primer ministro.
Una ayudante de Gordon Brown se dejó olvidada en un taxi una mochila que contenía, además de informes sobre los últimos viajes del 'premier' y la ministra de Interior, Jacqui Smith, que de caer en otras manos habrían puesto en un serio aprieto la seguridad nacional, una lista con las técnicas de maquillaje que se le aplican a Brown en sus comparecencias públicas.
En cuatro pasos, el diario sensacionalista enseña a sus lectores cómo se maquilla el rostro de un primer ministro. Una capa transparente para darle brillo al rostro, otra capa bajo los ojos para tapar las ojeras, un poquito de maquillaje para tapar las imperfecciones y unos últimos brochazos para darle mejor color. Así de simple y rápido.
Otra cosa es que estas técnicas puedan salvar de la catástrofe electoral a los laboristas y sirvan para maquillar los resultados en las elecciones.
Gobierno en picadoDesde la cumbre del G-20 el Ejecutivo de Gordon Brown ha entrado en una espiral de escándalos, dimisiones y disculpas muy peligrosas políticamente hablando. El pasado nueve abril, Bob Quick, el entonces jefe de las operaciones antiterroristas de Scotland Yard, presentó su dimisión tras ser fotografiado a su llegada a Downing Street con unos papeles en la mano que detallaban la redada que la Policía y el MI5 iban a llevar a cabo en Manchester y Liverpool unas horas más tarde.
Casi sin tiempo para recuperarse de este palo, los laboristas se vieron salpicados por otra historia que apuntaba directamente al gabinete de Brown. Un periódico filtró una cadena de e-mails del asesor de imagen del primer ministro en los que se preparaba una campaña sucia contra los 'tories' a base de publicar en un blog los supuestos escarceos del diputado George Osborne con una prostituta o la supuesta enfermedad de transmisión sexual del líder de los conservadores británicos, David Cameron. El asesor de Brown fue cesado y el líder laborista fue forzado a pedir perdón a la oposición.
La minitra de Interior presentó una factura de Internet que incluía dos películas pornoPero sin duda lo que más ha tocado la imagen del Gobierno laborista en las últimas fechas es la filtración a la prensa de las cuentas de gastos de los diputados. La mecha se encendió el mes pasado con la aparición en la prensa de una factura de Internet de Jacqui Smith en la que se incluía el visionado de dos películas pornográficas. Las películas habían sido compradas por su marido a un canal de pago. Al día siguiente, éste no tuvo más remedio que pedir disculpas públicas por el daño que había causado a su imagen.
Los gastos al detalleEntonces se empezó a especular con que había desaparecido un disco que contenía todos los gastos de los diputados y que estaba siendo subastado a la prensa por el módico precio de 300.000 libras. Así fue. La semana pasada el Telegraph aireaba en nueve páginas todos los detalles. Desde las 25.000 libras que se gasta la ministra de Turismo, Barbara Follett, en seguridad, hasta las 112 que le costó el cambio de la taza del váter a John Prescott. Todo a costa del contribuyente claro.
A Brown le tocó cargar con las 3.000 libras que le costó a su hermana mantener a la señora de la limpieza durante todo un año. Claire Brown, cuenta en un artículo para The Guardian titulado "La verdadera historia de Gordon Brown, mi marido y la señora de la limpieza", cómo el primer ministro decidió ayudarle al no tener tiempo para ocuparse de la casa y de sus hijos.
Todas estas historias, que no dejan de ser interesantes para valorar el nivel de vida que llevan los políticos británicos a costa de los ciudadanos en el momento actual de crisis, han acabado por dejar en un segundo plano el dinero que cada diputado reclama al Estado por sus segundas vivendas.
La filtración incluye hasta una factura de 112 libras por cambiar la taza del váterEl reportaje del Telegraph fue criticado por ser demasiado indulgente con los conservadores. Pero era cuestión de tiempo que el periódico publicara los gastos de los diputados conservadores también con todo lujo de detalle. Eso ocurrió ayer y David Cameron se apresuró a salir ante los medios para pedir perdón por cosas como que Cheryll Gillan se gaste 4,47 libras en la comida del perro.
Esta mañana le tocó el turno a Gordon Brown. En una comparecencia pública, el primer ministro ha pedido perdón a los ciudadanos por el uso que los diputados hacen de sus presupuestos. "Quiero pedir perdón de parte de toda la clase política por los acontecimientos que se han ido sucediendo en los últimos días".
Este lunes está previsto que el Parlamento apruebe la creación de una comisión independiente para investigar los gastos de los diputados. Y si la cosa no va rápido, pronto se sabrá hasta cuánto gasta el primer ministro en maquillaje.
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