Este artículo se publicó hace 14 años.
Alemania dice que no ofrecerá "ni un céntimo" a Grecia
El ministro de Economía alemán dice que cada país es responsable de sus deudas mientras Grecia afronta unanueva jornada de huelgas
Mientras Grecia se prepara para una nueva jornada de huelga, las noticias que llegan desde el resto de Europa no son nada alentadoras: si ayer la Comisión Europea aseguraba que el país heleno no necesita ser rescatado, hoy el ministro de Economía alemán ha anunciado que Alemania no ofrecerá "ni un céntimo" de ayuda financiera a Grecia.
"El Gobierno no tiene intención de dar ni un céntimo", expresó de forma categórica Rainer Bruederle durante un acto en Berlín. Agregó que cada país es responable de sus propios asuntos y que el Gobierno griego debe implementar su plan de austeridad de manera eficaz. Precisamente este viernes, la canciller alemana, Angela Merkel, se reúne el viernes con el primer ministro griego, Yorgos Papandréu.
En esa reunión no pedirá ayuda financiera durante la reunión que mantendrá esta tarde en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, pero sí pedirá el respaldo político necesario para que su país no se vea estrangulado por los especuladores.
"Todo lo que necesitamos es apoyo, apoyo europeo para obtener créditos con condiciones aceptables. Si no recibimos esta ayuda, no lograremos llevar a la práctica los cambios que nos hemos propuesto hacer", subraya Papandréu en una entrevista que publica el diario Frankfuter Allgemeine.
Mientras tanto, los trabajadores griegos responden con una nueva jornada de huelgas convocada por los sindicatos mayoritarios a las últimas medidas del Ejecutivo socialista para reducir el déficit público.
La Confederación General de Trabajadores (Gsee), la Unión de Empleados Civiles (Adedy) y el sindicato comunista Pame han convocado una marcha al mediodía por el centro de la capital para protestar ante el Parlamento cuando se vote la aprobación del nuevo paquete de ahorro de 4.800 millones de euros.
Por segundo día, el acceso al centro de Atenas se está viendo dificultado debido a la protesta de unos 400 ex empleados de la línea aérea Olympics Air que han bloqueado una de las avenidas principales de la capital.
Esto se suma a los cortes y desvío del tráfico aplicados por la policía para permitir las manifestaciones previstas por los sindicatos.
País paralizadoEl transporte público permanecerá paralizado durante todo el día, hasta la madrugada del sábado, y los turistas tendrán que utilizar taxis para llegar o salir del aeropuerto internacional de Atenas.
Cientos de vuelos han sido hoy cancelados o su horario modificado debido a la participación de los controladores aéreos en el paro convocado por Adedy entre las 12.00 a las 16.00 hora local (10.00-14.00 GMT).
El pasado 24 de febrero, el espacio aéreo para vuelos comerciales se mantuvo cerrado durante 24 horas por una huelga en el sector público.
El resto de la actividad en los servicios estatales, como en la enseñanza y en los hospitales públicos, se interrumpirá a partir de las 12.00 hora local (10.00 GMT), mientras que los trabajadores en el sector privado también han sido convocados a dejar sus puestos de trabajo a las 11.00 hora local (09.00 GMT).
Los trabajadores rechazan los recortes en sus pensiones, de sus sueldos en un 12% y de las pagas adicionales en un 30%
Los medios de información de los Ayuntamientos y los canales de televisión y radio estatales estarán cerrados durante todo el día y el resto de los periodistas griegos seguirán un paro de dos horas desde las 08.00 locales (10.00 GMT).
Con carteles en los que se leen "que la plutocracia pague la crisis", se han apostado trabajadores del sindicato comunista a las puertas de dos grandes hoteles en el centro de Atenas, bloqueando simbólicamente el acceso a los turistas.
Los trabajadores rechazan los recortes en sus pensiones, de sus sueldos en un 12% y de las pagas adicionales en un 30%, y además rechazan los aumentos de los impuestos sobre el alcohol, el tabaco, los carburantes y el IVA.
Con esas medidas, el primer ministro socialista, Yorgos Papandréu, espera reducir el déficit fiscal del 12,7% del PIB al 8,7% en 2010, y recuperar así la confianza de los mercados, que ya dieron ayer su primera señal positiva a Grecia al dar una gran acogida a una emisión de bonos a 10 años por valor de 5.000 millones de euros.
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