Este artículo se publicó hace 16 años.
Ahora sí: elige tu propia aventura
La hiperficción épica de 'Fable 2' confirma al gurú Peter Molyneux
"Hemos querido hacer una historia dramática, épica, que pueda estar entre los diez mejores argumentos de la historia de los videojuegos. Pero será el jugador, mediante sus decisiones, el que elija el destino del protagonista, y la evolución de la historia". Así presentó Peter Molyneux (1959, Guildford, Inglaterra) su última obra, el esperado Fable 2.
Molyneux es un director creativo elevado a calidad de gurú de los videojuegos por haber inventado los simuladores divinos. Pero también, por engordar las expectativas de los jugadores, con declaraciones grandilocuentes durante la fase de desarrollo de sus juegos, que terminan por decepcionar una vez que salen al mercado.
Esta vez, sin embargo, no será el caso. Fable 2 es exactamente lo que prometió. Un juego en el que se puede eligir el destino del protagonista, como ocurría en los libros de Elige tu propia aventura. Las elecciones son continúas, no cabe espacio para la duda y llegarán a ser incluso de índole moral, como asesinar a un rufián por el bien de la comunidad, hasta más terrenales, como ganarse la vida haciendo pequeños trabajos, a saber: sudar talando madera o, de forma menos ética, comprando casas para más tarde alquilarlas a precios astronómicos.
Las decisiones podrán ser de mayor calado: jugar o no la historia que vertebra Fable , esto es, una trama de venganza familiar y búsqueda de poder; o por el contrario, una mucho más cómoda: quedarse a vivir en una fase del juego en una tranquila casa y viendo crecer a tus hijos.
Elija su emociónCon un sencillo menú, podremos calibrar nuestras reacciones emocionales y realizar actos para provocar reacciones emocionales en los personajes que nos rodean. Seducir o provocar, hacer llorar, gritar Según avance el juego, nuestras decisiones marcarán el aspecto físico de nuestro personaje. Si han ido de la mano del bien, tendremos una mirada clara y un porte orgulloso. Si no, la mirada será aviesa y el cuerpo se encorvará.
Detrás de todo está la dicotomía del bien y el mal, muy obvia en las primeras decisiones del juego, hasta complicarse y hacer sudar a nuestra conciencia. ¿Es bueno aislar a este pueblo? ¿Es beneficioso matar a este rufián o lo utilizo para mis elevados propósitos? Todo con un barniz de humor y en un ambiente que mezcla la miseria de los relatos de Dickens y la fantasía de los juegos de rol.
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