Este artículo se publicó hace 15 años.
Abdulmutallab, acusado del fallido intento de hacer explotar un avión
Estados Unidos ha acusado formalmente al nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab, de 23 años, de intentar destruir un avión de Northwest que estaba a punto de aterrizar este viernes en Detroit y de introducir un artefacto explosivo en la cabina de pasajeros, informó el Departamento de Justicia.
El sospechoso, sentado en una silla de ruedas por las graves heridas que sufrió en las piernas, compareció ante un juez en Detroit (Michigan) para escuchar los cargos presentados por el incidente, que resultó fallido.
Inicialmente ha sido representado por un abogado de oficio, pese a que algunos medios han publicado que su padre es un potentado banquero de Nigeria.
Las autoridades han presentado una querella criminal tras tomar declaración en las ultimas horas al nigeriano, quien asegura estar vinculado con la organización terrorista Al Qaeda, término que no ha sido confirmado de momento.
En la querella se explica que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés), que está a cargo de la investigación, ha encontrado en el artefacto que portaba el sospechoso restos de PETN (tetranitrato de pentaeritritol), un conocido explosivo también conocido como pentrita.
En un comunicado, el Fiscal General de EEUU, Eric Holder, explicó que incidentes como este recuerdan a la población que deben "permanecer vigilantes en todo momento en la lucha contra el terrorismo".
"De haber tenido éxito este ataque terrorista contra el avión, muchas personas hubieran muerto o hubieran resultado heridas", dice el responsable del Departamento de Justicia.
En la querella se confirma que el nigeriano portaba adherido al cuerpo un artefacto explosivo, el cual trató de activar mezclando los productos que llevaba, en polvo y en líquido, con una jeringuilla, que fue encontrada en su asiento.
Para ello, según se desprende de los testimonios tomados a los testigos, el sospechoso se encerró en el baño de la cabina de pasajeros durante unos 20 minutos y al salir se excusó con que estaba indispuesto.
Cuando salió del baño portaba una manta que cubría el artefacto. Tras sentarse comenzaron a oirse pequeñas explosiones del aparato y posteriormente se vieron algunas llamas, que los pasajeros trataron de sofocar.
Los testimonios también apuntan a que el sospechoso estaba "lúcido y tranquilo en todo momento". Cuando una azafata le preguntó qué tenía escondido, le dijo directamente que se trataba de un artefacto explosivo.
Las declaraciones que ha tomado el FBI coinciden con los testimonios que han dado los pasajeros entrevistados por los medios, quienes han relatado cómo se vieron alertados por las pequeñas explosiones, el humo y las llamaradas que salieron del aparato, y que provocó al sospechoso heridas de segundo y tercer grado.
Algunos pasajeros, con ayuda de la tripulación, se abalanzaron sobre el sospechoso, le arrebataron el artefacto y le redujeron.
El hombre fue maniatado en un asiento de la primera fila hasta que el vuelo, que portaba 278 pasajeros, pudo tomar tierra en Detroit, donde fue puesto en manos de las autoridades.
Abdulmutallab no figuraba en la lista de personas con prohibición de tomar vuelos a EEUU por su presunta vinculación a organizaciones terroristas, pero sí aparecía en una base de datos del Gobierno estadounidense de presuntos sospechosos de terrorismo, según CNN.
En paralelo a las investigaciones, el Departamento de Seguridad Nacional anunció un aumento de las medidas de seguridad en los vuelos nacionales e internacionales tras este atentado fallido.
En concreto, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, advirtió de que los viajeros que vayan a desplazarse a EEUU procedentes de otros países pueden sufrir un incremento especial de las medidas de seguridad.
Janet Napolitano ha aprovechado el comunicado para agradecer el comportamiento a los pasajeros y a la tripulación de este vuelo, quienes "reaccionaron de manera rápida y heroica" en un incidente "que podría haber tenido consecuencias trágicas".
En paralelo, algunas aerolíneas han puesto en marcha sus propias medidas de control para incrementar la seguridad en los vuelos programados para estos días.
Air Canada informó en un comunicado que, a petición de la Agencia de Seguridad en el Transporte de EEUU, va a limitar las actividades que los pasajeros pueden realizar en la cabina del avión en los vuelos que atraviesan el espacio aéreo estadounidense.
Así, en la última hora de vuelo, los pasajeros deberán permanecer sentados y no se les permitirá acceder a su equipaje de mano ni tener ninguna bolsa o paquete sobre su asiento.
Otras compañías han impuesto una nueva revisión del equipaje de mano justo antes de abordar el avión.
El presidente estadounidense, Barack Obama, quien se encuentra de vacaciones en Hawai con su familia, fue informado por sus asesores sobre el curso de las investigaciones acerca del atentado terrorista fallido en dicho vuelo, procedente de Amsterdam.
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