Unos 4.000 palestinos de Cisjordania y Gaza viajan estos días en peregrinación a La Meca para participar en la festividad del "Aid al Adha" (La Fiesta del Sacrificio), informaron fuentes oficiales en ambos territorios.

Unos 2.700 residentes de Gaza han logrado salir de la franja desde el pasado viernes para tomar parte en una peregrinación de tres semanas a Arabia Saudí, viaje que no podían realizar por esta festividad en los últimos dos años debido a la división política palestina.

El enfrentamiento político entre Hamás, que tomó por la fuerza el poder en Gaza en junio de 2006, y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), dominada por su rival Al-Fatah y que gobierna en Cisjordania, impidieron la salida de peregrinos desde la franja el año pasado.

Este año, sin embargo, los ministerios de Asuntos Religiosos de ambos territorios palestinos han logrado alcanzar un acuerdo para que los fieles puedan cumplir con la peregrinación, obligatoria una vez en la vida para todo musulmán sano y con posibilidades económicas.

Israel ha aliviado levemente el bloqueo que impone a la franja desde hace tres años y permitido la entrada de unas 5.000 cabezas de ganado en previsión de que se celebre la festividad musulmana, dijeron fuentes oficiales israelíes y palestinas.

"Hemos autorizado la entrada de 5.000 cabezas de ganado y estamos estudiando dejar entrar otros productos de cara a la festividad, para lo cual esperamos contar con el visto bueno del Ministerio de Defensa en los próximos días", declaró a Efe Gay Inbar, portavoz de Coordinación de las Actividades del Gobierno israelí en los territorios palestinos.

Asimismo, residentes en Gaza afirman que en los últimos días han podido adquirir productos básicos como azúcar, té, café, chocolates o algunos congelados, que no formaban parte de los alimentos básicos que Israel autorizaba.

Las autoridades israelíes apenan autorizan la entrada de unos cuarenta productos básicos a la franja controlada por Hamás.

En la festividad musulmana, que se celebrará el 28 de este mes, los musulmanes suelen degollar un carnero, un toro, un buey o un camello recordando el sacrificio de Abraham, quien, según la tradición mahometana, cuando estaba dispuesto a matar a su hijo Ismael por mandato divino, se le ordenó que en su lugar sacrificara a un carnero.