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La declaración como testigo esta semana en el Supremo del ya ex secretario general de los socialistas madrileños, Juan Lobato, ha dado un nuevo impulso al caso que investiga al Fiscal General del Estado. Se espera que la que fuera asesora del entonces jefe de gabinete de presidencia sea llamada a declarar. Habrá de explicar quién le envió el documento privado sobre el novio de Ayuso en su litigio con Hacienda que reenvió a Lobato antes de que apareciera en ningún medio. En el caso De Aldama, todo a expensas de que presente en el juzgado las pruebas prometidas tras su sísmica declaración de la semana pasada en la Audiencia Nacional. La pesadilla de Moncloa y Ferraz señaló por cobro de mordidas a miembros del Gobierno y del Partido Socialista como Santos Cerdán. Por la comisión del Senado que investiga este asunto ha desfilado esta semana el ex CEO de Globalia, quien contrató a De Aldama como asesor, para no recordar nada sobre sus vínculos con Begoña Gómez. A ella la hemos visto este fin de semana en el Congreso de los socialistas. Begoña Gómez ha dicho estar "serena, tranquila y confiada" pese a la investigación judicial que tiene abierta. El juez Peinado tomará declaración a una de sus asesoras en Moncloa para que despeje dudas sobre sus negocios. Pendientes también de la citación como investigado del hermano de Sánchez. La jueza quiere averiguar si se creó un cargo público específicamente para él en la Diputación de Badajoz o si cobraba sin ir a trabajar mientras vivía en Portugal. -Redacción-