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El primer político salpicado por presunta corrupción según la investigación es José Luis Ábalos. El informe UCO ve pruebas suficientes de que el exministro socialista se pudo beneficiar de la trama y cuestiona sus afirmaciones sobre el chalé que alquiló en la linea de la Concepción. Los investigadores creen que fue Ábalos quien eligio la vivienda de lujo, la trama se la compró a través de testaferros y le dio una apariencia de alquiler de cinco años con opción a compra. El cortafuegos del ex ministro alegar desconocimiento y hacer responsable a su mano derecha Koldo García. De lo que no ha dado explicación Ábalos es de otro alquiler. En 2019, un año antes de los contratos de mascarillas investigados, la trama ya pagaba un ático de lujo en Plaza de España en Madrid a una tal Jessica una mujer, según el informe, con una relación muy íntima con el ex ministro de Transportes. Más de 88.000 euros desembolsados en algo menos de tres años a razón de 2.700 euros al mes. Chalé y ático se esfumó después de ser cesado. Pero la UCO también aporta información sobre el confuso encuentro entre Abalos y la vicepresidenta venezolana Delcy Rodriguez de madrugada en el aeropuerto de Barajas en 2020 y aporta que Sanchez estuvo informado. Explicaciones que no se dieron en su momento. Al contrario, el Gobierno llegó a afirmar que el encuentro fue un imprevisto y tratarlo como una crisis diplomática. La investigación sostiene que la trama tenía intereses particulares en la visita de la vicepresidenta venezolana. El los informes de la Guardia Civil aparecen también mencionados socialistas como los presidentes autonómicos de Canarias y Baleares, Ángel Víctor Torres y Francina Armengol. La UCO muestra la facilidad que tenía Koldo para negociar contratos millonarios con ellos.