Cómo un trasplante de médula salva vidas: "El esfuerzo es mínimo y vale muchísimo la pena"

  • Agencia Atlas - 26/06/2024 17:00
Todavía son recientes los recuerdos que Daniel, de 16 años, evoca en los pasillos del Hospital Niño Jesús de Madrid: "Fue muy duro. No me imaginaba tral sufrimiento, sobre todo, físico". Hace menos de un año ingresó con una inmunodeficiencia para la que necesitaba un trasplante de médula: "He tenido la suerte de que mi hermana era totalmente compatible y me ha salvado la vida". Pablo es otro joven de 16 años que pasea frente a la habitación en la que hace cinco años ingresó por una leucemia: "Había días que me levantaba sin ganas de nada, no quería ver a nadie". Su madre recuerda el momento en que le comunicaron que la quimioterapia no funcionaba y debían hacer un trasplante de médula. Él también encontró en su hermano mayor una compatibilidad del 100 por 100. "El donante que buscamos, en primer lugar, es un donante familiar idéntico", cuenta Luis Madreo, jefe de Oncohematología y Trasplante del Hospital Niño Jesús. Pero ese donante no siempre se encuentra y, en esos casos, es fundamental el trasplante alogénico que procede de donantes no emparentados: "Hay enfermedades en las que la rapidez del trasplante juega un papel y por ahí es por lo que han aumentado los trasplantes alogénicos". De los 1.300 trasplantes que se han hecho en el centro en los últimos 35 años, 821 han sido alogénicos. Daniel y Pablo animan a que se done médula y hacen hincapié en que es un proceso muy sencillo de extracción de sangre con el que "puedes salvar la vida a alguien". "Se trata de resetear el sistema inmune del paciente y el 80% de los niños se curan", explica el doctor, cuyo reto es llegar a la curación integral.  -Redacción-