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50 años del atentado en los Juegos Olímpicos de Múnich
Agencia Atlas
Durante 24 horas, el mundo contuvo la respiración. Era 1972 y Alemania celebraba sus primeros juegos olímpicos en democracia, pero el 5 de septiembre acabó la paz. Militantes de un grupo terrorista palestino lograron infiltrarse en la villa olímpica y secuestrar a toda la delegación israelí. A cambio de sus vidas, exigían la liberación de más de 200 palestinos presos en cárceles israelíes. No hubo negociación alguna y la operación de rescate se saldó las vidas de todos los deportistas. "Fue una tragedia terrible no solo para esos atletas, sino también para el movimiento olímpico y para las familias en particular, todavía estamos hablando de eso hoy". Mark Spiz, ex nadador olímpico, cuenta cómo sigue recordando aquellas horas de terror y cómo fue desalojado del edificio porque, aunque formaba parte del equipo estadounidense, era judío. "Me llevaron con mi entrenador al parking, nos subieron a un coche, y me pusieron una manta encima porque estaban vigilando quien entraba y salía". Alemania sigue arrepentida por no haber evitado la tragedia...tanto que el presidente Frank Walter se ha disculpado con los familiares por la falta de transparencia en la investigación y por el retraso del cobro de indemnizaciones: "pido perdón por la protección insuficiente de los atletas, por el mal final que tuvo por no haberlo evitado. Mi deber es reconocer nuestra responsabilidad, aquí y ahora y para el futuro". Esta cita máxima del deporte quedó ensombrecida por un ataque que cinco décadas después sigue poniendo la piel de gallina.