Este artículo se publicó hace 3 años.
El tuit de Casillas que evidencia la homofobia en el fútbol
Una supuesta broma sobre su orientación sexual se ha convertido en la peor jugada del portero: el colectivo se le echó encima y reclamó unas disculpas. Más tarde, defendió que le habían hackeado la cuenta, aunque muchos siguen sin creerle.

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“Espero que me respeten: soy gay”, publicaba Iker Casillas hace unos días en su perfil de Twitter. Un comentario con el que rápidamente se armó una buena en la plataforma. A los diez minutos de publicarlo, Casillas recibía una respuesta de Carles Puyol: “Es hora de que contemos lo nuestro, Iker”, bromeaba. Sin embargo, lo que aparentemente se publicó con un tono jocoso no tuvo una buena aceptación en Twitter, especialmente por parte del colectivo LGTBIQ+.
Miembros del colectivo no tardaron en posicionarse en contra de estos tuits y utilizar sus perfiles para alzar la voz y decir “basta” a estas “bromitas” que dejan entrever actitudes homófobas. “Considerar que la orientación afectivo-sexual es motivo de risa ya supone, en sí mismo, un acto homófobo, pues el supuesto humor nace de presentar como ridículo e inverosímil -de ahí "la risa"- algo que para quienes sí que somos gays es nuestra realidad diaria”, expresaba en su perfil el escritor Nando López. Porque sí, reírse públicamente de este proceso de autoconocimiento coloquialmente conocido como “salir del armario” es una burla innecesaria que puede ser ofensiva e hiriente para las personas LGTBIQ+.
López no fue el único en pronunciarse. El actor Brays Efe, conocido por su papel protagonista en Paquita Salas, publicó lo siguiente: “Cuando era niño y tocaba fútbol en el colegio a mi me ponían de portero para darme balonazos. El fútbol es uno de los espacios más traumáticos para la niñez LGTB, y maricón el “insulto” favorito. Sus gays siguen en el armario para no perder. ¿Un balonazo… de un portero?”
El escritor Bob Pop fue otro de los encargados en dar una de las respuestas más difundidas y demoledoras sobre el tuit del futbolista. “Llegó el momento: Casillas y Puyol van a contar lo suyo. Lo suyo es que son homófobos y gilipollas. Lo suyo no sorprende a nadie”, apuntaba el escritor.
La polémica también llegó a otros jugadores de fútbol, incluso de alcance internacional. El jugador australiano Joshua Cavallo, abiertamente homosexual, no quiso quedarse callado y también dio su opinión sobre lo ocurrido: “@IkerCasillas y @Carles5puyol bromeando y burlándose de salir del armario en el fútbol es decepcionante. Es un viaje difícil por el que cualquier persona LGBTQ+ tiene que pasar. Ver a mis modelos a seguir y leyendas del deporte burlándose de salir del armario y de mi comunidad es más que una falta de respeto”, publicó dos horas después del tuit de Casillas.
Homofobia y fútbol, desgraciadamente de la mano
Y es que claro, esta bromita de mal gusto debe enmarcarse dentro de la relación que existe entre el fútbol y la homofobia. Como la mayoría de deportes, el fútbol se ha caracterizado por ser un reducto homófobo y machista donde los únicos que tienen cabida son “los hombres de verdad”. Además, el fútbol masculino es uno de los entornos profesionales con menor visibilidad gay y esto se debe a muchos factores diversos. “El temor a ser señalados, el miedo a perder contratos o el pánico a ser estigmatizados pueden ser varios de los motivos por los cuales la homosexualidad sigue siendo un tabú en el mundo del fútbol”, explica Amnistía Internacional en su página web.
A esto debemos sumarle ciertas noticias de actualidad, como que el próximo Mundial de fútbol se disputará por primera vez en Qatar, uno de los países del mundo donde la homosexualidad es delito. En noviembre del año pasado, el presidente del comité organizador del Mundial, Nasser Al-Khater, recordó que la homosexualidad en este país está prohibida y que las personas del colectivo podrán asistir a los partidos siempre que "respeten" y no haya muestras públicas de afecto. Al final, la relación entre homofobia y fútbol está latente y así se demuestra en diferentes escenarios.
¿Cuenta hackeada? Suena a capítulo de 'Paquita Salas'...
Después del revuelo que se armó en un momento, todos esperábamos cuál sería la respuesta de Casillas. ¿Pediría perdón? ¿Pondría alguna excusa del tipo “me han robado el móvil”? El jugador borró el tuit y lo achacó a un 'hackeo' de su cuenta, aunque inexplicablemente también pidió "disculpas" a la comunidad LGTB. ¿Quién pide disculpas cuando se supone que te han hackeado? En este contexto, algunas personas pusieron en duda que su cuenta hubiera sido realmente atacada. “Quienes hemos visto cómo clientes importantes han sufrido esta situación sabemos que miente. No sólo porque sea domingo. Es que 48 horas no te las quita nadie”, compartía en su perfil Elvis Santos, publicitario y periodista. Para otros, el anuncio del hackeo recordó demasiado al icónico momento de la serie de ficción Paquita Salas. “Así es como hay que pedir disculpas, no con un hacker con la misma veracidad que el de Paquita Salas”, compartió un usuario en Twitter en referencia a la disculpa de Puyol.
Cuenta hackeada o no, hay que recordar que la homosexualidad dejó de ser un chiste hace tiempo y no podemos volver a las cavernas de las que tanto nos costó salir. Aun así, aunque Casillas se haya pasado siete pueblos, tampoco podemos endosarle tuits que no ha publicado (porque no, el futbolista no ha dicho en Twitter "A Isabel Díaz Ayuso le mojaba las tetas como si fuesen magdalenas").