Polémica con las votaciones en el Benidorm Fest: ¿ha hecho autocrítica la organización?
Los nervios prefestivaleros ya se notan en las redes y nos recuerdan a la controversia del pasado certamen alicantino. Pero nada ha cambiado, el sistema será el mismo que el año pasado: los expertos nos cuentan su opinión y qué es lo que esperan de esta edición.
Andrea García
Actualizado a
Estamos a días de un festival que ha dejado un buen rastro de polémica. La mejor canción para representar a España en Eurovisión se escogerá en dos semifinales disputadas por 18 candidatos en Benidorm. Después toca viajar a Liverpool, pero para conseguirlo hay que lograr imponerse en unas votaciones que hicieron que el año pasado incluso el Congreso de los Diputados fuera eurovisivo.
Tras la cuestionada victoria de Chanel Terrero, diversos partidos políticos como Galicia en Común o BNG pedían explicaciones a RTVE por el criterio del jurado para puntuar las canciones. De la misma forma, el sindicato de CC.OO de RTVE lanzó un tajante comunicado donde se recalcaba la gravedad de las “irregularidades” y que había que “dejar sin efecto” la elección de la canción que fue al certamen. Preocupaba quién y cómo seleccionó al jurado, así como la relación de la ganadora con algunos de sus miembros: este tuit se publicó en 2016, cuando la cantante trabajaba con la coreógrafa Miryam Benedited en el programa Tu Cara me Suena. La cantante se defendió, afirmando que ella y Myriam no guardaban relación desde hace años, pero las acusaciones de “tongo” no tenían fin. Esta jueza de la primera edición del Benidorm Fest no figura en la selección de profesionales que elegirán a la sucesora de Chanel en esta nueva convocatoria. Se alegan compromisos profesionales.
Un jurado más internacional
Cada día conocemos más información sobre el festival. Ya sabemos quién juzgará a los concursantes, tan dispares como ellos solos. Las votaciones se desarrollarán con la misma normativa que las anteriores y, en caso de empate, la pelota la tendrá el jurado. La periodista Laura Ortiz ha solucionado un par de dudas generadas entre los eurofans, que han sido respondidas por la directora de comunicación de RTVE, María Eizaguirre.
El jurado del Benidorm Fest estará compuesto por cinco profesionales internacionales y tres de casa. Entre ellos se encuentran periodistas, fans y profesionales de la música, que sostendrán el 50 % del peso de las votaciones en el evento. Christer Björkman, miembro del equipo de producción de Eurovisión y Eurovisión América; Nicola Caligiore, exjefe de la delegación de Italia en Eurovisión; Tali Eshkoli, productora de televisión israelí y jefa de la delegación de Israel en Eurovisión y Katrina Leskanich, cantante y líder del grupo Katrina & the Waves, han sido los escogidos para aportar una visión externa en la elección del candidato español a Eurovisión.
Esto no significa que no vayamos a encontrar nombres históricos del festival entre los integrantes del jurado. La cantante Nina será la portavoz del Jurado, a la que muchos recordarán por su trabajo como directora de la academia de Operación Triunfo, pero su selección tiene mucho que ver con que representó a España en el Festival de la Canción de Eurovisión de 1989 con Nacida para amar. El equipo de expertos se completa con Irene Valiente, directora de El último lugar, un programa de música urbana de Radio 3 y Juan José Santana, presidente de OGAE.
Hasta ahí los detalles que se han hecho públicos sobre el jurado profesional, pero cabe recordar que solo les corresponde la mitad del poder de decisión en la selección final. El otro 50% corresponde a la votación del público. La organización ya se ha pronunciado y ha confirmado lo que todo el mundo sabía. El peso del dictamen popular se repartirá entre un 25 % correspondiente a una muestra demoscópica y otro 25% destinado al televoto. Algunos eurofans ya se han mostrado contrarios a este sistema y temen que se repita lo ocurrido en el pasado con el chanelazo, que nos hizo quedar terceros. Para muchos, aquello debería haber sido motivo suficiente para el reciclaje, un mensaje dirigido a la organización. ¿Ha surtido efecto? Parece que no ha habido muchos cambios.
Lo prometido todavía es deuda
El sistema no cambia. Tras la polémica generada alrededor del festival, RTVE lanzó un comunicado donde admitía que la organización “era consciente de la controversia” y no solo eso, sino que la consideraba ”positiva”. Se refugiaron en las reglas: pasase lo que pasase, había que ajustarse a la norma “hasta sus últimas consecuencias”.
En principio, la organización de la televisión pública tomó dos supuestas decisiones: impulsar “un diálogo participativo para mejorar todo el proceso del Benidorm Fest”, y por otra parte, “crear un programa de televisión para promocionar la música española”, donde invitaban a participar a los concursantes de la anterior edición del Benidorm Fest. Y decimos “supuestas” porque… ¿Han cumplido lo prometido?
Por el momento, a medias. En febrero del año pasado se hablaba de un programa que iba a pasar por todos los caminos de la cultura, desde el teatro pasando por la literatura y la fotografía, una “nueva movida española” llamada Groenlandia, en un guiño al cantante y compositor del grupo Zombie, Bernardo Bonezzi. El pistoletazo de salida estaba fijado para antes de verano, pero aún no hay mucha información del programa ni una fecha para su emisión.
Respecto a la mesa de reflexión propuesta para futuras ediciones del festival, no hay gran cosa que añadir. El sistema de votación se mantiene desde la elección de Barei en el 2016, año donde se estrenó el último cambio: los votos de cada país se empezaron a contabilizar por separado, y los del público se desvelaron al final de la gala. Y así seguimos a día de hoy. ¿Pero acaso recordamos que hace tiempo no había ni preselección para ir a Eurovisión? Esto puede recordarnos al Tú sí, tú no de Cristina Ortiz, La Veneno, en el programa Dónde estás, corazón.
La preselección española
Eurocanción, Destino Eurovisión u Objetivo Eurovisión: estos son algunos de los nombres de los programas que han intentado convertirse en el formato perfecto para la preselección española a Eurovisión y que fracasaron. Ahora vamos por Benidorm Fest, un nombre más anglosajón que nos pone los pies en el siglo XXI y reactualiza el antiguo Festival Internacional de la Canción de Benidorm.
Desde aquel 1956, de puertas cerradas para Eurovisión, ha pasado de todo. Sus comienzos fueron privados, se deliberaba en secreto. España solo ha ganado dos veces en 60 galas y, durante todo ese tiempo, en 53 años sin saborear la victoria, se han probado distintos mecanismos de votación para optimizar el proceso de elección, desde la repartición de diez puntos, con un jurado de 10 personas que solo podían asignar esa cantidad de votos (juntos o por separado) hasta el sistema mixto 50-50 que tenemos hoy en día y que tanto la ha liado últimamente.
El Festival de la Canción llegó a sumar 23 años sin elecciones internas en España, hasta el año 2000, donde la cadena fue designada para elegir al candidato para representar a nuestro país. Esto resulta bastante sorprendente. Ahora no imaginamos un mundo sin Benidorm Fest, o al menos, si no existiera se liaría una parda. David Civera fue quien estrenó el formato de galas de Eurocanción en el comienzo de siglo, y en esta vuelta a la preselección se mantuvo el formato mixto de votación. Tras la llegada de Operación Triunfo, hubo un candidato que sí fue al certamen gracias al público: el triunfito Ramón Castillo Palop y su Para Llenarme de Ti, que quedaron en un décimo puesto en 2004 por pura decisión popular. Entonces el jurado solo opinó, algo que ahora mismo sería un hito.
Las votaciones, a examen
Las cosas siguen como siempre y Julia Varela, periodista y comentarista de Eurovisión para RTVE, piensa que es lo idóneo. Afirma que el festival es “un sistema equilibrado y, sobre todo, ya testado en otro gran festival como es San Remo”. Luis Fuster, eurofan y también periodista, coincide con ella en que España se está probando qué funciona y qué no, aunque “no acaba de estar muy de acuerdo” con el sistema actual.
Varela cumple ya su octavo año de comentarista para el Festival de la Canción y muchos de los artistas del Benidorm Fest han pasado por su programa Gente Despierta de RNE. “Los concursantes tienen su estilo, historia, sensibilidad y aptitudes, pero todos comparten una energía preciosa y, sobre todo, una pasión por la música que los hace brillar y también algo muy especial y único en atreverse a vivir esta aventura, donde en tres minutos debes defender tu arte frente a 200 millones de personas. “Esto es ilusionante y, a la vez, imponente”, alaba la periodista.
Aunque no todo es luz y color. El periodista confirma que la polémica del año pasado “se ha perdido un poco”, pero aún así ha quedado un poso de disconformidad entre el fandom. Fuster estima que esta situación se encuentra dentro de lo inevitable en un evento de estas dimensiones y desliza que no es casualidad que la lista de la puntuación del jurado se publique ahora.
En este sentido, cabe especificar que esa clasificación que acabamos de conocer el pasado día 20 de enero, donde Aritz, Alice Wonder y José Otero figuran entre los favoritos y Agoney, Siderland y Karmento en las últimas filas, no ha sido elaborada por el mismo jurado que votará en Benidorm. La selección de los candidatos corría a cargo de un grupo de profesionales diferente. El periodista Luis Fuster, admite que le extrañaría mucho que se repitieran los resultados, porque ese análisis corresponde a la demo de las canciones.
El jurado que ha elegido a los concursantes del Benidorm Fest está compuesto por diez personas: nueve profesionales de la corporación entre los que se encuentran José Pablo López, presidente y Director de Contenidos Generales de RTVE y Beatriz Larrotcha, secretaria del Jurado; Eva Mora, Jefa de Delegación de RTVE en Eurovisión; Ana Maria Bordas, Directora de Originales de RTVE; María Eizaguirre, Directora de Comunicación de RTVE, la imagen de la corporación que se ha encargado de frenar las polémicas públicamente. Los expertos terminan con Fernando Macias, Periodista de RTVE; Estefania García, Inspectora del Coro de RTVE; Irene Mahía, Periodista de RTVE en PlayZ; César Vallejo, Periodista y creativo de RTVE Play y Alicia León, Periodista de RTVE.
No es la primera vez que la votación del jurado desata lo inconcebible. En la preselección de Objetivo Eurovisión del año 2017, Xavi Martínez recibió acusaciones y gritos de “tongo” durante su deliberación. Lo que pasó después no fue para menos; los eurofans de Mirela, favorita del público en ese momento, le agredieron y lo amenazaron de muerte entre bastidores, solo porque el locutor decidió dar su voto al cantante de Do It For Your Lover. Cosa que le salió cara.
Los jardines de las polémicas
Por otro lado, Julia, la experta en Eurovisión, asegura que las polémicas son inherentes a cualquier concurso de televisión y que la imagen del festival no se ve afectada: “Es una competición donde se elige una canción”, recuerda. La comentarista está convencida de que la controversia referida al chanelazo ha quedado atrás, y centra la reflexión en lo importante que es “ceñirse a las reglas del concurso” que, en su opinión, están bien meditadas y fijadas con transparencia por RTVE desde el principio.
No hay que olvidar el eurodrama de los votos desaparecidos el año pasado durante la deliberación de los expertos en la segunda semifinal y en la final; la Unión Europea de Radiodifusión (UER) mandó un comunicado con la detección de “ciertos patrones de votación irregulares en los resultados de seis países”, que luego se supo que pertenecían a Azerbaiyán, San Marino, Montenegro, Rumanía, Georgia y Polonia. La televisión rumana anunciaba que sus votaciones no fueron las que vimos en el certamen, lo que podría haber significado más puntos para España. Esta situación se sobrellevó recalculando los votos en función de los países del entorno antes del resultado final. Aún así sigue viva la pregunta de: ¿Cómo hubiese afectado esto a nuestro país?
Eurovisión, al fin y al cabo, nunca está exenta de controversia. Luis Fuster pide tranquilidad a los que desde el primer día se “han preparado para el entierro del festival”. “Se debe hablar con un poquito de propiedad y no adelantar acontecimientos, porque hay polémicas que no ayudan”, advierte.
Respecto a si la organización ha hecho autocrítica, Luis considera que se han corregido muchos errores e incide en que había una intención de cambiar lo que no funcionó, sobretodo, a nivel comunicativo: “Hace un año se anunció la fecha del festival a ultimísima hora, y a día de hoy se sabía desde julio, lo que ha dado sosiego a los eurofans”, destaca.
La periodista radiofónica, Julia Varela, nos traslada que en el Benidorm Fest todo puede darse la vuelta. “Hay que ver las propuestas en el escenario”, recalca. Manteniendo su neutralidad, reitera que “la última palabra la tendrán el público y el jurado”, algo que sigue ocurriendo durante los siete años seguidos en un sistema que muchos mantienen que es justo.
Cada año, la organización que rodea al Benidorm Fest requiere de reforzar algún tornillo que otro. Y esto deja varias preguntas: ¿La autocrítica es para RTVE? ¿Es una organización a la que realmente ninguna polémica le afecta? ¿Es la solución un exceso de transparencia o un cambio tajante en las votaciones tal y como el público lleva pidiendo años? Las respuestas las veremos después del 4 de febrero, la final del festival de Benidorm.