El cambio físico de Ibai Llanos: un reto que plantea la influencia de las clases sociales
Desde hace meses, el popular streamer está inmerso en un proceso de cambio para bajar de peso. A pesar de que lo ha intentado otras veces, en esta ocasión los resultados son espectaculares: ya ha perdido más de 25 kilos. Sin embargo, tiene una serie de facilidades que no tienen otras personas con menor poder adquisitivo, y esto ha llevado a los usuarios a debatir si la clase social influye en el éxito.
Helena Celma
Ibai Llanos es una de las figuras del momento. Su popularidad está fuera de duda, ya que es uno de los streamers con más seguidores en todas sus plataformas y con más influencia en el panorama de habla hispana. Su papel en la Kings League con Porcinos FC y sus eventos multitudinarios, siendo el de la Velada del Año el más reciente de todos ellos, hacen que millones de personas estén pendientes de él.
No obstante, hay otro motivo por el que está siendo protagonista en los últimos meses, y es sin duda por el cambio físico que está llevando a cabo. Desde marzo, el streamer vasco se ha puesto en manos de profesionales, tanto de nutrición como físicos, para ponerse en forma.
De hecho, no es la primera vez que lo intenta. En 2019 prometió que se tiraría en paracaídas con un cartel en el que se leía “soy un trozo de mierda” si no conseguía adelgazar entre 10 y 15 kg. No consiguió su reto y tampoco pudo cumplir su promesa, tal y como explicó, debido a que no le dejaban por pesar más de 100 kg.
En 2021, también explicó que había perdido ocho kg. en sus primeras tres semanas de entreno y dieta. “Ahora mismo tengo una sensación rara entre estar destruido y felicidad pero joder qué bien me siento. Seguimos a por más”, publicaba por aquel entonces.
En 2022 también volvió a intentarlo, y así lo anunció en su stream de Twitch. De hecho, hizo hincapié en su trayectoria vital y dejó claro que no siempre había tenido este nivel de sobrepeso.
A los seis años, se unió a un equipo de fútbol, lo que le permitió comer sin restricciones debido a su constante actividad. Más adelante, se pasó al baloncesto, y entre los entrenos y los partidos del fin de semana, su estado físico era inmejorable, hasta el punto de describirse como "un toro".
Sin embargo, una lesión a los 16 años fue el punto de inflexión que marcó su vida. El vasco se hizo un esguince de tobillo que lo dejó en muletas durante varios meses y le hizo abandonar el deporte por completo.
Paralelamente, se sumergió en el mundo de los videojuegos, especialmente en League of Legends, lo que lo llevó a un estilo de vida mucho más sedentario. A pesar de dejar el deporte, continuó con los mismos hábitos alimenticios, lo que resultó en un aumento de peso progresivo.
Con el paso de los años, Llanos llegó a ganar 80 kilos. Aunque Ibai ha intentado perder peso en varias ocasiones, ha confesado que la falta de constancia ha sido su principal obstáculo.
Sin embargo, parece ser que 2024 es su año para conseguir definitivamente su objetivo de la transformación física. Fue el 28 de junio el primer día que publicó un vídeo de su sesión de deporte para lograr el cambio físico. Desde ese día, no ha fallado prácticamente ni uno y ya van prácticamente tres meses en los que no ha desfallecido.
De hecho, para hacerlo más entretenido, ha ido trayendo a otros famosos para entrenar con él, como ha sido el caso de ElXokas, Bad Gyal o Ilia Topuria, entre otros.
Lo que está claro es que el cambio se está notando mucho, sobre todo si tenemos en cuenta las imágenes del principio y las actuales.
De hecho, en su día 40 del cambio físico explicó que ya había perdido más de 25 kilos en todo este tiempo y que, esta bajada, le ha permitido poder abandonar la máscara CPAP, que sirve para tratar las apneas del sueño. Este dispositivo suministra aire a presión constante y así evita que las vías respiratorias se obstruyan durante el sueño, por lo que la respiración es normal.
"He pasado de hacer 35 apneas a la hora a hacer 3. Estoy por debajo de la media. Por debajo del 5 es lo super top”, celebraba en uno de sus streams.
¿Una cuestión de privilegio?
Hay un hecho que cabe remarcar, y es que Ibai Llanos tiene un gimnasio en su propia casa. En él, tiene máquinas para hacer cardio y otras de fuerza, lo que hace que hacer deporte esté al alcance de su mano, a pesar de que acostumbra a caminar por el vecindario durante un buen rato como parte de la rutina física.
A nadie se le escapa que esta facilidad no está al alcance de muchos. De hecho, con suerte la gente -sobre todo de las grandes ciudades- puede pagarse un piso con 3 habitaciones, ya que la situación de la vivienda, más específicamente de los alquileres, es pésima. Por lo tanto, tener un espacio amplio en el que montarte un gimnasio particular no es del todo fácil.
No solo eso, sino que también tiene a personas contratadas que se encargan de cocinarle, por lo que el aspecto de la dieta es algo por lo que no tiene que preocuparse tanto.
Nuevamente, la gente de a pie no tiene a cocineros a su cargo, sino que tiene que hacérselo ella misma. Muchas veces, llegar a casa después de trabajar y ponerte a cocinar puede ser la última de las cosas que te apetecerían hacer, porque requiere tiempo y esfuerzo. Vaya, que cuando llegamos a casa, lo que nos apetece es descansar y tener algo de tiempo libre.
Esto es algo que ha generado también debate en las redes sociales. “Ibai tiene pasta, mucha pasta, tiene tiempo y gente que le cocina prácticamente todos los días. Además de atención médica seguro que instantánea. Dile a una persona, mujer u hombre, que sea constante teniendo que trabajar +8h, con gastos y tal vez muchas más responsabilidades”, reclamaba una usuaria de X.
“No todo el mundo puede permitirse los recursos necesarios para dedicarse a su cuerpo únicamente, porque sí, hasta el cambio físico es una cuestión de clase”, comentaba otra.
Ojo, que esto no significa que tan solo se pueda hacer un cambio físico si eres rico, no. Simplemente, lo que se pone encima de la mesa es que es bastante más sencillo hacerlo cuando no implica tanto esfuerzo, ya sea porque el propio gimnasio está en casa o porque no tiene que preocuparse por cocinar acorde a la estricta dieta.
Cualquiera que se atreva a afrontar un proceso así, sea Ibai Llanos o Paco el de la esquina, necesita una fuerza de voluntad, una capacidad de sacrificio y una constancia muy grande, por lo que es más que admirable, tenga dinero o no.