Ariana Grande y la autopercepción corporal
La cantante ha publicado un vídeo en TikTok para responder a las críticas sobre su cambio físico. Esta reflexión sobre lo difícil que es estar constantemente expuesta a las críticas y los comentarios ya ha sido utilizado por otros ‘influencers’ y creadores de contenido. ¿Cómo afecta la exposición en redes sociales a la percepción de nuestro propio cuerpo?
Ariana Grande ha dicho “hasta aquí”. En un vídeo de tres minutos publicado en TikTok, la cantante de 29 años ha respondido al aluvión de comentarios que está despertando su físico. “Quiero pronunciarme sobre las preocupaciones que despierta mi cuerpo y hablar un poco sobre qué significa ser una persona en la que se fijan tanto”, comenzó diciendo.
La cantante de God is a Woman ha aprovechado el vídeo para explicar los problemas de salud mental que sufrió hace años. “Hay muchas maneras diferentes de lucir saludable y guapa. El cuerpo con el que están comparando mi cuerpo actual era la versión menos sana de mí misma. Tomaba muchos antidepresivos, bebía alcohol, comía mal. Era el punto más bajo de mi vida. Y es el punto que vosotros consideráis que estaba más sana”.
En los últimos meses, Ariana ha sido víctima del body shaming (críticas y burlas por su cuerpo) después de bajar de peso. En sus posts de Instagram los comentarios negativos referidos a su delgadez son el pan de cada día. “You look so thin Ari” [se te ve muy delgada Ari], “Eat food” [come] o “Your statement is horrible” [tu estado es horrible] son algunos de los comentarios que pueden leerse en sus publicaciones.
Las críticas al cuerpo de la cantante recuerdan a los insultos que recibió la actriz Selena Gómez hace unos meses. En su caso, después de haber aumentado de peso. En un directo emitido en su cuenta de TikTok contó que este cambio era una consecuencia de la medicación que toma para el lupus, enfermedad que le fue diagnosticada en 2015.
En ese vídeo, Selena fue tajante: “Nadie conoce nuestras verdaderas historias”. Ahora Ariana también ha sido clara: “Nunca sabéis por lo que está pasando alguien exactamente”. Este mensaje empieza a calar en las redes sociales. Pues ella no es la primera (ni seguramente la última) figura pública de Internet que utiliza esta máxima para hacer ver a sus seguidores que en la vida del influencer no todo es luz. También hay sombras.
Operaciones estéticas para alcanzar “la perfección”
De luces y sombras en el mundo influencer habla precisamente Influencers: sobrevivir a las redes, el documental de Prime Video dirigido por Luc Loren donde entrevista a distintos creadores de contenido de nuestro país. ¿El objetivo? Reflexionar sobre el mundo influencer, la gestión del éxito y el cuidado de la salud mental en esta novedosa profesión. Entre otros muchos temas, el documental pone sobre la mesa cómo las redes sociales juegan un papel fundamental en la percepción que tienen los creadores de contenido de su propio cuerpo.
Las influencers se enfrentan a multitud de comentarios negativos acerca de su imagen (sí, mayoritariamente son mujeres las que lo sufren), por lo que las operaciones estéticas se están convirtiendo en la “solución” para muchas de ellas. La máxima es la siguiente: Si no puedo alcanzar el estándar de belleza de la sociedad, que me hace tener una baja autoestima y no aceptar mi cuerpo, está la opción de pasar por quirófano y retocar lo que no me gusta.
En el documental de Loren seguimos a Lucía Bellido, tiktoker con más de 9 millones de seguidores, a su operación de aumento de pecho. “Acabo de cumplir un sueño para mí. Es mi mayor complejo, es algo que nunca he terminado de aceptar en mí y que lo quiero cambiar desde que tengo uso de razón”, publicó en su TikTok poco después de salir de la operación. Bellido también se ha sometido a otros retoques como el aumento de labios y el relleno de ojeras con ácido hialurónico.
El auge de las operaciones de aumento de pecho se suma a las rinoplastias, otro de los retoques más populares en el mundo de las redes sociales. María Pombo, Rocío Osorno, Teresa Bass, Ana Padilla o Paula Gonu son algunas de las influencers españolas que se han retocado la nariz. Todas alegan lo mismo en sus perfiles: una parte de sus cuerpos no les gustaba y decidieron cambiarla.
¿Una decisión libre?
Durante años, la cirugía estética era un tema tabú entre las influencers y no todas contaban públicamente su paso por quirófano. Sin embargo, algunas creadoras se han abierto con sus seguidores y han contado su realidad abiertamente. Es el caso de Annita o Dulceida. “Asumo mis cirugías para que el público joven no crea que nací así”, dijo la cantante en una entrevista a la revista Mine. En stories, la influencer de Barcelona confesó que se había puesto botox y reflexionó sobre la libertad a la hora de usar este tipo de cirugía: “Ya sabéis que yo lo digo. Todo el mundo puede hacer lo que le dé la gana, que para eso es su vida”.
Pero, ¿hacerse un retoque estético es realmente una decisión libre? En el documental de Luc Loren, la tiktoker Marina Riverss también hablaba sobre este asunto contando su propia experiencia. Cuando era más pequeña, Marina llegó a editar su cuerpo en fotos que subía a redes. “Con 16 o 17 años me obsesioné con mi cuerpo porque no me gustaba al compararlo con lo que yo veía en redes sociales. La gente me decía que tenía un cuerpazo y realmente no era mi cuerpo. Estaba editado”, confiesa en el documental.
“De repente nos sentimos obligados a llegar a un canon de perfección que nos hace volvernos locos. Yo siempre he estado a favor de que cada uno haga lo que le dé la gana pero, ¿hasta qué punto somos libres operándonos?”, reflexiona la influencer.
En su paso por el podcast Malas Personas, la actriz Anna Castillo también dio su opinión al respecto de este tema. Las redes están generando un canon de belleza tan exigente desde edades tan tempranas que es imposible alcanzarlo siendo “real”. “Hace un tiempo las actrices no se operaban hasta que eran mayores. Pero de repente ha llegado una generación joven con retoques y caras espectaculares. Entonces sientes la presión de que no eres tan guapa. Esto te hace estar todo el rato en contradicción. ¿Por qué si yo siempre me he visto mona y ha tenido buena autoestima ahora siento que tengo que estar a la altura de un tipo de belleza que no tengo y no soy?”, dice en el programa.
Exposición en redes y percepción corporal
Los y las jóvenes también sufren las consecuencias de ver cuerpos “ideales”. Todo se magnificó con el auge de los filtros. Nuestra imagen real pasa a un segundo plano y la autopercepción depende ahora de un efecto en el teléfono móvil. Con el filtro no tenemos granos ni manchas en la cara, estamos más morenos y hasta llevamos pintalabios.
Estos filtros están cambiando la percepción de los estándares de belleza y pueden afectar a la autoestima de los usuarios, especialmente de los adolescentes. “Los pacientes están buscando cirugía para ayudarles a parecerse a las versiones filtradas de ellos mismos”, confirmaba un estudio de la revista JAMA Facial Plastic Surgery.
A esto se suma otra problemática. Que los jóvenes vean a sus referentes influencers someterse a intervenciones estéticas para alcanzar el estándar de belleza puede ser determinante. Si una influencer, que a mi parecer tenía una nariz preciosa, se ha hecho una rinoplastia, ¿cómo debo sentirme yo respecto a mi propia nariz? ¿Y si tengo el pecho pequeño?
La búsqueda del (imposible) canon estético tiene ya consecuencias. Un estudio de la Psychology of Popular Media Culture alerta de los peligros de la exposición prolongada a imágenes idealizadas. Hablamos síntomas depresivos, problemas de autoestima, ansiedad física e insatisfacción corporal. Así que, piénsalo. Lo mismo hay un filtro mejor que ‘Valencia’: ser tú mismo.