Este artículo se publicó hace 2 años.
Cuando Linkedin y Wallapop se confunden con una app de citas
Estas plataformas dedicadas a la búsqueda de empleo y la compraventa de productos se han transformado en un lugar que los usuarios ya utilizan también para tontear y tirar la caña. Pero cuidado con acosar a la gente en espacios que no están destinados a ligar.

¿Recuerdas cuando cada aplicación tenía un objetivo cerrado? En Instagram, las fotos; en Youtube, los vídeos; y en Twitter, el texto. Lo mismo ocurría con otras apps: en Linkedin, la información académica y profesional para buscar empleo; en Wallapop, los datos más relevantes para comprar y vender productos de segunda mano; y en Tinder, nuestro perfil para ligar y buscar el amor.
Eso se acabó. Ahora tirar la caña no es un acto que se limite a las fronteras de apps como Tinder, Bumble o Grindr. Y si no que se lo digan a María Luisa Hidalgo (conocida en redes sociales como Eme de Amores). “Vengo aquí a recomendar la mejor app de citas, en la que yo encontré el amor, y es Linkedin”, contó en el especial de amor y relaciones de Gen Playz. La creadora de contenido explicó entonces cómo había conocido a su novio a través de esta plataforma de búsqueda de empleo. “Estaba buscando prácticas y me apareció él primero. Al final no hice las prácticas, pero hubo un final feliz”.
El problema es que cuando te abres un perfil en plataformas como Linkedin o pones un anuncio de venta en Wallapop desde luego que no esperas que alguien te aborde para plantearte un encuentro sexual o una cita. ¿Dónde queda el consentimiento entonces? Enviar mensajes con contenido sexual o propuestas personales fuera de contexto puede ser invasivo y queda lejos de ser respetuoso.
La frontera entre lo profesional y lo personal
El propósito de Linkedin es claro: ayudar a los usuarios a conectar con otros profesionales de su sector y así facilitar la búsqueda de empleo. Este objetivo siempre ha sido el mismo desde su creación en 2002 y ahora millones de personas utilizan este lugar para compartir su currículum vitae en línea. Quiénes somos, pero desde el punto de vista académico y profesional.
Sin embargo, lo que se concibió en un primer momento como un portal de ofertas laborales y relaciones profesionales ha ido evolucionando. Ahora en Linkedin vemos de todo: CEOs con mensajes motivacionales, autónomos quejándose de sus condiciones, y hasta mensajes de amor entre parejas. Recordemos el post que le dedicó David López a su mujer, la actriz Laia Costa.
¿A quién le sorprende entonces que algunos se estén aprovechando del chat de la app para el tonteo? Son muchos los usuarios que han utilizado otras redes sociales para contar su experiencia en este sentido. En su mayoría, hablamos de chicas a las que le tiran la caña de forma más o menos sutil por mensaje privado con la excusa de ser del mismo sector laboral.
El caso de Juancho en Wallapop
Algo parecido está ocurriendo en Wallapop. No podemos pasar por alto la similitud entre los anuncios de esta app y los perfiles en aplicaciones de citas como Tinder. Fotos atractivas, descripciones detalladas y un chat que te permite comunicarte con el vendedor o comprador.
Las interacciones inician con una simple pregunta sobre el producto que queremos vender o comprar, pero nunca sabes dónde puede acabar el asunto. Así lo demostró hace unos años Juancho, un usuario que compartió en su perfil de Twitter su experiencia con un comprador que empezó a tontear con él a través de esta app.
“Estoy ligando por Wallapop? Sí, lo digo”. En un hilo recopila todas las capturas de pantalla con la conversación que tuvo con un cliente interesado en unos earpods y una mochila.
Pero Juancho no es el único que ha experimentado un tonteo evidente a través de esta app de compraventa.
Una forma de acoso
A priori, estos encuentros sentimentales por aplicaciones destinadas a otras funciones pueden parecernos graciosos. Pero es una movida que tampoco debemos tomarnos a la ligera.
Hace unos años, el movimiento #BeProfessional empezó a calar Twitter sobre todo en Estados Unidos. Cientos de usuarias utilizaron el hashtag para pedir que el tonteo y las proposiciones sexuales y personales quedaran fuera de una red profesional como Linkedin. Cada aplicación tiene su objetivo y los usuarios deben ajustarse a ese propósito.
“El trabajo es algo serio y es parte del desarrollo personal, por lo que estas actitudes rozan el acoso laboral. Hay que llamar a las cosas por su nombre; aunque se haga de manera medio escondida, sigue siendo acoso. Y hay que desenmascarar a las personas que lo hacen. Yo publicaría su perfil de Linkedin en mi perfil para avisar de que esta persona emplea su perfil de empresa o las ofertas de trabajo de su compañía para acercarse y realizar comentarios inapropiados con fines que no son laborales”, explicaba Mariona Gabarra, sexóloga y asesora de la plataforma Gleeden, en un reportaje de El Mundo sobre el tema.
Linkedin es bastante clara en su Política para la comunidad profesional. “No hagas insinuaciones sexuales o de otro tipo no deseadas. No admitimos expresiones no deseadas de atracción o deseo, propuestas indecentes o de matrimonio, insinuaciones ni comentarios lascivos. LinkedIn es una plataforma de contactos profesionales, no de citas. No utilices LinkedIn para buscar contactos con intenciones románticas ni hacer comentarios de carácter sexual sobre la apariencia de alguien. No hagas insinuaciones no deseadas en mensajes, publicaciones o comentarios, ni envíes imágenes sexualmente explícitas a nadie en la plataforma”.
Es fundamental que las plataformas fomenten la educación y la conciencia sobre el respeto y el consentimiento en línea. Pero también es necesario un cambio de actitud en los usuarios: debemos ser conscientes de las expectativas y límites en estos entornos digitales y de la importancia de mantener un comportamiento adecuado.
Los datos hablan
Según un estudio realizado por la plataforma Passport-Photo Online, el 91% de las usuarias de LinkedIn ha recibido mensajes inapropiados o de ligoteo al menos una vez. De esos mensajes que reciben las mujeres, el 31% son proposiciones de encuentros románticos o sexuales.
Plataformas como Linkedin tienen una barrera de entrada muy fácil de traspasar. No necesitas que alguien haga match contigo, como ocurre en aplicaciones como Tinder. Seguramente si compartes profesión con la persona esta acabará aceptando tu solicitud y, de un segundo a otro, ya tendrás acceso a mandarle mensajes. Y la excusa es incluso sencilla: si te rechazan siempre puedes decir que tu objetivo era conectar por razones profesionales.
El problema es que este tonteo aparentemente inofensivo ocurre en un contexto en el que no está planeado. A priori, no entrarás en Linkedin para ligar, lo que con razón puede provocar un “¿este tío de qué va?”. Así lo refleja el estudio: las mujeres se sienten molestas (14,75 %), indiferentes (13,42 %) o confundidas (13,22 %) cuando les tiran los tejos en Linkedin.
Si quieres tirarle la caña a alguien, por favor, usa las aplicaciones destinadas a ligar. Nadie quiere encontrarse con un “qué guapa eres”, “qué bien te queda esa camiseta” o “¿quieres tomar algo?” mientras está vendiendo un sofá o buscando un nuevo trabajo.