Bannon hace el saludo nazi y Milei regala una motosierra a Musk: "Al principio, el bigote de Hitler también resultaba cómico"

Ya lo resumió Donald Trump allá por 2016 cuando dijo que "podría disparar a gente en la Quinta Avenida y no perdería votos". La cosa ha ido a más y ahora la ultraderecha estadounidense ya se permite hacer el saludo fascista ante las cámaras y nadie parece asombrarse demasiado. Están echados al monte y parece que ya nada les pasa factura.

Primero fue Elon Musk, el hombre más rico del mundo y ahora el elefante en la cacharrería de la Casa Blanca, el que celebró la toma de posesión de Trump con un saludo fascista al que no le faltó ni un detalle, incluso llevándose el brazo al hombro. Pero algunos dijeron que no, que era un gesto desde el corazón.

Bien, pues ahora ha sido Steve Bannon, exasesor de Trump y propagandista de cabecera de la extrema derecha mundial (Vox incluida) el que ha hecho el gesto nazi sin remilgo alguno.

Sucedió durante la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) celebrada este jueves en Maryland (EEUU). Justo en el momento en que Bannon decía desde el escenario: "No vamos a retroceder, no nos vamos a rendir, no vamos a abandonar. Pelead, pelead, pelead". Tras el saludo, acabó con un "amén".

Pero la chaladura no acaba aquí. En el mismo escenario aparecieron Elon Musk y Javier Milei. El presidente argentino, pocos días después de su tejemaneje con la criptomoneda con la que muchos seguidores suyos han perdido sus ahorros, subió al escenario y regaló una motosierra al magnate. Este la recibió y empezó a blandirla al son de la música.

Pero lo más inquietante son los aplausos y los vítores de los congregados ante tamaño show. Cuando leíamos en los libros sobre la locura colectiva en algunos de los momentos más oscuros de la historia mundial parecía increíble que no lo vieran. Ahora lo vivimos en directo.

El malismo se ha abierto camino, ahora en el país más poderoso del mundo. La Casa Blanca se ha mofado recientemente en X de la deportación de migrantes poniendo imágenes de personas encadenadas como si fuera un vídeo 'ASMR'. El individualismo, la crueldad y la deshumanización cotizan al alza en la política.