El pabellón Olimpíyski de Moscú ha acogido la gran final de la 54 edición del festival de Eurovisión, en la que representantes de 25 países han dado lo mejor de sí sobre el escenario para llevarse la victoria.

La representante española, Soraya, ha salido como una leona a cantar en una actuación en la que, en su parte final, ha llegado a desaparecer del escenario. Su canción La noche no es para mí ha levantado los aplausos unánimes del público.

Sin embargo, la española tiene enfrente a tres claros favoritos.

Los expertos en este festival auguran  una verdadera lucha por hacerse con el Micrófono de Cristal, máximo galardón de este concurso de la canción, que será entregado por la rusa Kseniya Sukhinova, Miss Mundo 2008 y rostro oficial de Eurovisión 2009.

Según los expertos en el festival, el griego Sakis Rouvas, que ya obtuvo el bronce en el festival de Eurovisión de 2004, podría subir otro peldaño hasta el segundo puesto.

El gran favorito según todas las encuestas es el representante de Noruega, el músico de origen bielorruso Alexander Rybak, de 23 años, con su tema folk 'Fairytale' (Cuento de hadas).

Otra de las favoritas es la representante turca de origen belga Hadise, que ha actuado en decimoctavo lugar con su tema 'Düm Tek Tek'.

También Rusia, como país anfitrión, está decidida a que la 54 edición de Eurovisión, la más cara de la historia de este festival, se convierta en un evento inolvidable.

Los organizadores prometieron ofrecer 'un grandioso espectáculo, nunca antes visto' en Eurovisión.