Este artículo se publicó hace 9 años.
“Ya está bien de depender de la Iglesia para hacer la comunión”
Rincón de la Victoria registra la primera solicitud para celebrar la comunión civil.
Dolores Díez ha sido la primera vecina en apuntarse a la lista del ayuntamiento de Rincón de la Victoria (Málaga) para que su hija Paquita celebre una comunión civil en 2016. “La he dejado en el colegio y he ido corriendo al ayuntamiento, pensando que habría 1.000 personas para apuntarse, pero he sido la única”, cuenta satisfecha.
Aunque los medios locales dieron la noticia el pasado fin de semana, no ha sido hasta ayer cuando la polémica se ha disparado a nivel nacional. Y es que el consistorio rinconero será el primero en toda España en celebrar comuniones civiles, previo pago de una tasa municipal de 60 euros por celebración y 22,50 euros por reserva de fecha.
Esta misma tarde y dado que el equipo de Gobierno, compuesto por el cuatripartito de PSOE, Ahora Rincón, Izquierda Unida y Partido Andalucista, goza de mayoría la ordenanza será aprobada en el pleno municipal. La alcaldesa de la localidad malagueña, Encarnación Anaya (PSOE), justifica la medida en “la demanda social que nos hemos encontrado” y, como prueba de ello y tras saltar la controversia, el propio ayuntamiento ha facilitado el contacto de Díez a la prensa.
La madre de Paquita, que en su juventud celebró la primera comunión, reclama que “ya está bien de depender de la Iglesia” para celebrar este acto, aunque ya no recuerda muy bien el significado del mismo en el seno de la Iglesia Católica: “se celebra la unión con Dios o algo así”, indica, para no dudar en afirmar después que “yo y la mayoría de las personas y los niños lo que en realidad celebran es el tránsito de la infancia a la preadolescencia”.
Unas palabras, por otro lado, que fueron literalmente las mismas que esgrimió el primer teniente de alcalde, Antonio Moreno (Ahora Rincón), para justificar la medida cuando presentó la ordenanza.
Díez cuenta que “yo ya pensaba montar una fiesta a mi hija, para que tuviera una gran celebración como el resto de sus amigos, pero como nosotros no vamos a misa ni a la iglesia, pues lo hacemos civil”. Desde su punto de vista, “ese es un día en el que lo que quieren los niños es ir de príncipes y princesas y mi hija tendrá una celebración grandiosa sin pasar por el catecismo”.
De este modo y aunque no será hasta el año que viene cuando se celebre la primera comunión civil en Rincón de la Victoria, Díez considera que poder llevarla a cabo “es un reconocimiento, del mismo modo que un alcalde puede casar”. Ese es, en sus palabras, “lo que me aporta a mí la comunión civil, porque Paquita es muy pequeña y no le aporta nada”.
En cuanto a la celebración en sí, la madre admite que le da igual el lugar del acto, plegándose al parecer de los ediles: “donde digan los del ayuntamiento”. En ese sentido, la regidora socialista oferta flexibilidad en formatos y escenarios, “desde el propio salón de plenos del consistorio, a la playa o la Cueva del Tesoro [cueva de origen marino de interés turístico y arqueológico]”.
Preguntada por el resto de los sacramentos católicos como la confirmación, que siguiendo la misma línea argumental podría suponer la celebración de la preadolescencia a la adolescencia, Díez precisa que “eso ya no me gustaría celebrarlo por lo civil, porque sería rizar el rizo”.
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