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Vuelta al cole en Italia La controvertida vuelta al cole en septiembre en Italia

Para el sector educativo transalpino, las directrices ofrecidas hasta ahora por el Ejecutivo han sido demasiado imprecisas como para garantizar una correcta vuelta a las escuelas el próximo septiembre.

Aula vacía
Aula vacía de un colegio cerrado a causa de la pandemia de la covid-19 /. BRAIS LORENZO | EFE

La cuestión educativa en Italia, en la era post covid-19, está siendo un tema delicado. No acaso, este jueves miles de personas se manifestaron en 60 ciudades transalpinas para protestar contra Lucia Azzolina, ministra de Educación del actual Gobierno italiano del primer ministro Giuseppe Conte. Entre otras cosas porque los trabajadores del sector lamentan un uso prolongado, de cara al próximo curso, de las clases en línea.

El Ejecutivo transalpino ha comparecido este viernes para dar una señal de contundencia frente a tanta indecisión: "Nos hemos propuesto que las clases se reanuden el próximo 14 de septiembre", pronunció el premier este viernes en una rueda de prensa desde el Palazzo Chigi, la sede de la presidencia del Gobierno italiano. La ministra de Educación, Lucia Azzolina, afirmó, por su parte, que se invertirán "millones de euros para que las escuelas estén, ante todo, limpias". Además, la titular educativa del Gobierno transalpino asegura que se aumentará el sueldo de los profesores "entre 80 y 100 euros" y que se fomentarán las clases en "cines, teatros y museos".

El colectivo de los directores educativos ha lamentado, hasta ahora, la excesiva imprecisión – camuflada con una supuesta libertad de maniobra para ellos – por parte del Ejecutivo a la hora de establecer las recetas para que los alumnos puedan volver a las clases el año que viene. Se trata de un parecer compartido por docentes, sindicatos e incluso presidentes regionales. Mientras tanto, la ministra de Educación y el Gobierno destinarán 1.000 millones de euros al sector educativo que, según la prensa del país, también servirán para reforzar las carencias estructurales anteriores incluso a la covid-19.

Vuelta al cole el 14 de septiembre

En el penúltimo borrador se han recogido diferentes medidas concretas que podrían aplicarse a partir del próximo 14 de septiembre. Entre ellas, destaca la posibilidad de dividir las clases, unificar lecciones con contenidos similares y reducir la duración de las horas didácticas para que sean de 45 o 50 minutos. También es posible que los accesos a los edificios escolares se realicen por tramos horarios, desde las 8 hasta las 10 de la mañana.

Italia, el pasado 5 de marzo, fue el primer país europeo en cerrar todos los centros educativos presentes en su territorio. A partir de entonces, las escuelas y el personal docente, pertenecientes a todos los niveles de enseñanza, se pusieron en marcha para llevar a cabo clases telemáticas, como en otros países. El problema es que cuatro meses después del comienzo de la pandemia y a tres meses del otoño, todavía hay dudas acerca de cómo se volverá exactamente al colegio, no obstante ya haya unas – nuevas – líneas básicas.

Hasta ahora, el mundo educativo transalpino tenía la esperanza de que, en cuestión de poco tiempo, la solución para la vuelta al cole septiembre estaría servida. Sin embargo, en los últimos días, la sensación generalizada es que todo estaba volviendo a la casilla de salida. Todo ello, además, en un clima en el que la oposición soberanista tiene el claro objetivo de sacar provecho de cualquier indecisión del Ejecutivo del premier Conte: "La ministra Azzolina no está capacitada para gestionar las escuelas italianas", pronunció hace unos días el jefe soberanista de la Liga, Matteo Salvini, líder del partido italiano con más apoyo en los sondeos.

Prioridad a la didáctica presencial

Así pues, in extremis, el Ejecutivo del primer ministro transalpino ha dado luz verde a unas nuevas directrices para entrar en las aulas a partir de septiembre. La prioridad es que los alumnos vuelvan a la didáctica presencial, evitando en todo lo posible la complicada enseñanza virtual que tanto ha pesado a docentes, padres y estudiantes. Para ello, como contrapartida más que necesaria en un contexto en el que todavía no hay vacuna contra el coronavirus, los niños y adolescentes tendrán que asistir a las clases debidamente protegidos y manteniendo la distancia de seguridad.

Uno de los puntos más polémicos, que ha enfurecido a muchos, tiene que ver precisamente con las clases virtuales. Antes del nuevo borrador, la teledidáctica estaba concebida como una herramienta equivalente a la presencial, elemento posteriormente modificado al considerarse, finalmente, como un instrumento "complementario", como han subrayado estos días los periódicos italianos. Una herramienta "complementaria" implica que podrá ser empleada sólo en caso de real necesidad, es decir, en una situación en el que a los alumnos les sea imposible asistir a clase. Por ejemplo, ante la posibilidad de nuevas oleadas de contagio por la covid-19. Los expertos educativos italianos hacen hincapié en las clases presenciales desde un punto de vista colectivo: "La didáctica es una experiencia formativa social, no sólo cognitiva".

"De una forma imprevista", explica Massimo Franco, respetado editorialista del periódico Corriere della Sera, "la escuela se está mostrando como una metáfora del próximo otoño, que será nebuloso". "La política parece incapaz de ofrecer certezas, en un contexto en el que ya es de por sí extraño que Italia sea uno de los pocos países europeos que todavía no ha vuelto a abrir los colegios". Y añade: "El problema es que el descontento se ha convertido en protesta en relación a las directrices del Gobierno hacia las regiones y los directores educativos para reabrir en septiembre. Dichas indicaciones, sin embargo, se han percibido como un torpe intento de convertirlo todo en una patata caliente".

Actualmente en el país hay todavía unos 18.000 positivos por la covid-19

Según los últimos datos aportados por la Protección Civil Italiana, actualmente en el país hay todavía unos 18.000 positivos por la covid-19, pero se trata de una cifra con clara tendencia a la baja en las últimas semanas, salvo algunos nuevos focos de los últimos días. Los números de curados es cada día más alto, y hoy superan ya las 187.000 personas. Con más de 34.000 víctimas mortales, Italia se sitúa como el segundo país de Europa y el cuarto del mundo con más fallecidos por la covid-19. Según se aprende de las autoridades transalpinas, en el país itálico se han efectuado ya más de 5 millones de test diagnósticos.

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